Un bombero de Canarias evita que un hombre se precipitara al vacío desde un puente

“Habló con él durante hora y media y logró convencerlo para que no se lanzara”, afirman sus compañeros que felicitan al profesional

Imagen de archivo

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¡Héroe sin capa! El pasado jueves, 9 de febrero, un bombero de Tenerife salvó la vida al lograr convencer a un hombre para que no se precipitara al vacío desde un puente que une Tejina con Bajamar, dentro del término municipal de San Cristóbal de La Laguna.

“Habló con él durante hora y media y logró convencerlo para que no se lanzara al vacío”, según informaron los Bomberos de Tenerife que han querido felicitar a su compañero Jhoni.

Hasta el lugar se desplazaron efectivos del propio Consorcio de Bomberos de Tenerife, cuyos efectivos colaboraron junto con la Policía Local, Policía Nacional y Servicio de Urgencias Canario (SUC).

La muerte más silenciosa

Cada dos días una persona decide acabar con su vida en Canarias como resultado de una angustia crónica que nadie ni nada parece ser capaz de resolver. La tasa de suicidios en Canarias es una de las más altas de España. Y aunque son muchos los motivos que pueden llevar a alguien a acabar con su sufrimiento mediante el suicidio, hay varios condicionantes en las Islas que lo favorecen. Las altas tasas de pobreza severa (16,8%) y de desempleo (que hoy son del 17,7% pero que han estado por encima del 25%), han sido y son un caldo de cultivo de incertidumbre, ansiedad, depresión y adicciones que, a largo plazo y sin una atención adecuada, producen una profunda desesperanza de la que no parece haber más salida que la muerte.

Un total de 208 personas en Canarias se suicidaron en 2020, consolidando así una tendencia preocupante que sitúa al Archipiélago como la tercera comunidad en el que se producen más actos de este tipo. Los suicidios no han dejado de crecer desde que comenzaron a registrarse allá en 1980 en las Islas. Aunque los datos de aquel entonces son menos fiable que los actuales, las muertes consideradas como suicidio apenas pasaban del centenar. En 2007 –que es cuando España estandariza en base a criterios internacionales el cálculo estadístico de esta problemática social–, el número de suicidios ascendía a 157, es decir, 7,7 personas por cada 100.000 habitantes. Hoy en día esa misma tasa asciende a 9,56 por cada 100.000 habitantes.

Aunque los números oscilan cada año, hay momentos clave en los que se incrementan los actos consumados. El crack económico de 2008 fue uno de estos agravantes. Ese año los suicidios crecieron un 16% en las Islas, hasta registrar 183 muertes por este motivo. En 2012, después de que se ejecutara una dura política de recortes en todo el país, los suicidios en las Islas repuntaron un 33% en un año. En el momento en el que estalló la pandemia de coronavirus, los suicidios en las Islas crecieron un 5,5% y marcaron, a su vez, un récord en la serie histórica. Aún queda conocer cómo la crisis económica tras la covid ha influido en esta tendencia durante 2021 y 2022. Pero según adelantan los propios clínicos, la situación está lejos de mejorar.