Una grúa pone a salvo una embarcación encallada en el Muelle Nelson Mandela

Un barco pesquero encalló lunes por la tarde en los bloques del rompeolas del muelle Nelson Mandela del Puerto de La Luz y de Las Palmas cuando regresaba de faenar. A bordo de la embarcación viajaban dos tripulantes, de unos 40 años, que resultaron ilesos. La embarcación tuvo que ser trasladada a tierra con la ayuda de una grúa de grandes dimensiones, que la elevó a unos 15 metros de altura. El pesquero fue sacado del mar in extremis, a apenas 15 minutos de que se fuera a pique. 

La embarcación, que forma parte de la flota de la Cooperativa de Pescadores deSan Cristóbal, chocó contra la escollera del muelle pasadas las 17.00 horas de la tarde por causas que ahora se investigan. Hasta el lugar se desplazó la Salvamar Nunki de Salvamento Marítimo y un equipo de buceadores, además de los servicios del puerto para verificar si los tanques de combustible del pesquero habían sufrido daños y se producía un vertido provocando un daño medioambiental, algo que finalmente no sucedió, según explicaron fuentes de la Autoridad Portuaria de Las Palmas.

La embarcación no sufrió daños en el tanque de combustible y no se produjo vertido

Los dos ocupantes de la embarcación, de unos 12 metros de eslora, estuvieron durante horas achicando agua para evitar que ésta se hundiese y mientras los medios terrestres se preparaban para la operación de traslado a tierra. Además, hasta el lugar se desplazó un equipo de buceadores, quienes a pesar de las condiciones de oscuridad de la noche lograron sumergirse y atar los amarres bajo el barco para que posteriormente pudiera ser elevado por una grúa. Los tripulantes fueron socorridos por los buceadores y trasladado a tierra firme en una lancha.

Sobre las 20.55 horas, el aparato, de grandes dimensiones, elevó el pesquero a unos 15 metros de altura y lo sacó a tierra, donde fue estabilizado por compañeros pescadores de los ocupantes de la embarcación.

Desde primera hora de la tarde, en el muelle esperaban varios familiares de los pescadores, visiblemente nerviosos por la situación, hasta que pasadas las 21.30 horas de la noche pudieron volver a ver a los tripulantes.

Los operarios lograron amarrar y elevar la grúa in extremis, porque ya le había entrado bastante agua por la popa y estaba al borde de hundirse.