La intensa niebla en Lanzarote obliga a desviar vuelos a otras islas

Una inversión térmica crea una capa de neblina que deja poca visión y provoca el traslado de al menos 15 aviones a Gran Canaria y Fuerteventura

La niebla obliga a desviar varios vuelos del Aeropuerto César Manrique-Lanzarote

Lanzarote Webcam

La intensa niebla que este domingo hizo acto de presencia en la pista del aeropuerto César Manrique de Lanzarote obligó a desviar a al menos 15 vuelos a los aeródromos de Fuerteventura y Gran Canaria, según informó Aena. Una inversión térmica provocó una densa capa de neblina a cotas muy bajas, inferiores a los 200 metros de altura, que disminuyó considerablemente la visibilidad en el aeropuerto conejero hasta apenas los 50 metros, provocando que al menos entre las 17.00 y las 00.00 horas se vieran afectadas las operaciones de llegadas y salidas de los vuelos.  

No fue necesario cerrar el aeropuerto al tráfico aéreo pero la operativa sí se vio perjudicada hasta el punto en que, según el testimonio de un pasajero, centenares de viajeros de ambas terminales, la T1 para vuelos nacionales e internacionales y la T2 para vuelos interinsulares, esperaban desde las cuatro de la tarde hasta horas de la noche para poder tomar el vuelo hacia su destino. Según el mismo pasajero, era probable que centenares de personas tuvieran que pasar la noche nuevamente en la isla hasta que sus compañías aéreas pudieran retomar los vuelos.  

La situación en el aeropuerto de Lanzarote comenzó a complicarse sobre las 17.00 horas, cuando descendió sobre la pista una pesada capa de niebla que redujo la visibilidad y dificultó las operaciones en diferentes intervalos de tiempo entre esa hora y la medianoche. Durante ese intervalo de tiempo, las operaciones se interrumpían o se reanudaban en función de la visibilidad que había sobre la pista en cada momento y en algunos tramos de la tarde se pudo operar con normalidad. Alrededor de la medianoche la pista estaba impracticable y dos vuelos procedente de Madrid y de Tenerife tuvieron que ser desviados al aeropuerto de Gran Canaria.  

Durante esas horas al menos 15 vuelos se vieron afectados, tanto nacionales como internacionales: al menos nueve aparatos tuvieron que ser desviados hasta el aeropuerto de Gran Canaria, entre ellos un vuelo de Ryanair procedente de la ciudad italiana de Bolonia, otro de Jet2 con origen en la ciudad inglesa de Birmingham, otro de Barcelona y otro que partió de Gran Canaria a última hora de la noche y tuvo que regresar. Por otro lado, al menos otros cinco aviones fueron redirigidos hasta el aeródromo de Fuerteventura, entre ellos uno procedente de Frankfurt y otro de Londres. Después de las 19.00 horas parte de los vuelos inicialmente desviados reiniciaron su ruta hasta su aeropuerto de destino, hasta que la niebla volvió a paralizar las operaciones.

La situación en el aeropuerto de Lanzarote fue tan complicada durante la tarde que hasta se cambió la configuración de la pista para tratar de facilitar la aproximación de los aviones sobrevolando el mar, según informó Controladores Aéreos en su cuenta de Twitter, pero la estrategia tampoco tuvo éxito porque la visibilidad seguía siendo prácticamente nula en el aeródromo conejero.

El Aeropuerto César Manrique-Lanzarote desde la terminal de vuelos interinsulares en la noche del domingo 12 de marzo de 2023.

El Aeropuerto César Manrique-Lanzarote desde la terminal de vuelos interinsulares en la noche del domingo 12 de marzo de 2023.

El resto de aeropuertos canarios operaron ayer con normalidad, salvo el de Fuerteventura que de forma momentánea tuvo que desviar dos vuelos a Gran Canaria sobre el mediodía, según informó Aena.

La inversión térmica, un fenómeno meteorológico que se produce cuando una gran masa de aire caliente asciende a las capas más altas de la atmósfera y aplasta la nubosidad -llena de humedad y a temperatura más baja- hacia las capas más bajas, también dejó densas capas de niebla en otros puntos de las islas orientales, sobre todo en las vertientes giradas al norte. Aunque también pudo contemplarse en algunas zonas del sur de Gran Canaria. Playa del Inglés y Maspalomas amanecieron bajo un manto de neblina que sorprendió a residentes y también turistas, acostumbrados a temperaturas cálidas y un ambiente soleado en esta zona turística.