La manada de Santa Catalina estaba en Gran Canaria para trabajar en una empresa portuaria

Los tres hombres de 48, 28 y 25 años que actuaron en forma de manada para, presuntamente, drogar y violar a una joven de 21 años en la habitación de un hotel del parque de Santa Catalina, en Las Palmas de Gran Canaria, fueron enviados en la tarde de ayer a prisión provisional, comunicada y sin fianza tras prestar declaración ante el juez que se encontraba en funciones de guardia. Los tres están imputados por un delito de agresión sexual y se está a la espera de los resultado del análisis de la sangre de la víctima, que fue enviada al Instituto Nacional de Toxicología con sede en Santa Cruz de Tenerife, para determinar si existió o no sumisión química.

Los arrestados, que se encuentran de manera temporal en la capital grancanaria para trabajar en una empresa portuaria, fueron arrestados la tarde del pasado jueves después de que la víctima saliera del ascensor del establecimiento alojativo semidesnuda y vomitando. Esta aseguró a los empleados del hotel que tres personas la habían drogado y que después la habían agredido sexualmente en una de las habitaciones aprovechándose de su estado de inconsciencia.

El juez envía a prisión a los tres hombres de la manada de Santa Catalina

Las fuentes consultadas apuntaron que la mujer había acudido ese mismo día por la mañana, sobre las 10.00 horas, a la playa de Las Canteras, donde conoció de forma casual a los tres detenidos, dos de nacionalidad alemana de 48 y 25 años, y otro de origen italiano de 28. Estos la invitaron a un chupito, algo a lo que en un principio la víctima se negó pero que, ante la insistencia de ellos, terminó aceptando la propuesta.

Los apresados, de 48, 28 y 24 años, estaban en la Isla para trabajar en una empresa portuaria

En las cámaras del hotel se recoge cómo los cuatro acceden al edificio en torno a las 11.30 horas de la mañana. Según la denuncia de la joven, cuando recobró la consciencia vio que había sido violada y salió de la habitación semidesnuda, vomitando y aturdida. A las 13.40 horas, dos horas después de que accedieran al edificio, bajó a la recepción en ascensor para pedir ayuda.

Los trabajadores del hotel la llevaron hasta una sala para atenderla, al mismo tiempo que daban aviso a la Policía Nacional. Los agentes se personaron en cuestión de minutos para tomar declaración a la joven, vecina de la zona del Puerto, y después subir a la planta donde se hospedaban los tres hombres que fueron detenidos como presuntos autores de un delito de agresión sexual. Estos se encontraban aún desnudos en cada una de sus habitaciones y negaron que se hubiera producido agresión sexual alguna, sino que, afirmaron, las relaciones sexuales fueron consentidas, según precisaron las fuentes consultadas.

Los investigadores tratan de determinar si la joven realmente fue drogada con algún tipo de sustancia química que le hiciera perder la consciencia. Para ello, recogieron diferentes muestras biológicas que ya han sido enviadas a la delegación de Canarias del Instituto Nacional de Toxicología con sede en Santa Cruz de Tenerife para su análisis. Otra de las hipótesis es que la víctima estuviera en estado de semiinconsciencia debido a un exceso de consumo de alcohol durante la mañana.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, Rafael Passaro, tomó declaración a los tres arrestados durante gran parte de la jornada del sábado y decretó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para los tres arrestados, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), que añadió que el juzgado está a la espera de conocer los resultados de los análisis de la sangre de la víctima para determinar si esta fue drogada. Estos pueden demorarse varios días, señaló una de las fuentes consultadas.

Entre 7 y 16 años de cárcel

Los arrestados se podrían enfrentar a una pena de prisión de entre 7 y 15 años, al contar con el agravante de violación y del uso de sustancia para provocar la sumisión química con la que poder dominar a la víctima, quien permanece durante un tiempo en estado de inconsciencia. Se da la circunstancia que las dos horas que la joven permaneció con los miembros de la manada en el hotel coinciden con la duración del efecto de una de las drogas más usadas para esta práctica delictiva: burundanga o escopolamina, cuyos efectos comienzan a remitir entre las 2 y 3 horas después de su consumo.

Esta sustancia tiene además un componente que hace que el organismo humano la diluya muy rápido. Por ello, los análisis de sangre que se realizan en los hospitales no son suficiente para detectarla, sino que tiene que ser un laboratorio especializado el que, con un estudio más pormenorizado, confirme si los tres detenidos de la manada de Santa Catalina utilizaron algún tipo de polvo o líquido con el objetivo de que la víctima perdiera la conciencia para ser violada.