La noticia del presunto asesinato de la mujer de 85 años a manos de su sobrino de 58 en el barrio de Pedro Hidalgo de Las Palmas de Gran Canaria dejó este lunes a los vecinos de la calle Rafael Oramas visiblemente conmocionados e impactados, pues la víctima era una persona muy apreciada en su barrio. Algunos vecinos vivieron al principio un momento de confusión, pues al principio pensaban que la mujer se pudo haber caído otra vez o que la persona afectada era el sobrino de la mujer asesinada y no ella. Varios vecinos de la calle Rafael Oramas de Pedro Hidalgo mostraron su incredulidad ante lo sucedido pues, según refirieron, «jamás» se escuchaban discusiones entre ambos pues eran «gente muy tranquila» y la víctima era para el presunto verdugo «como una madre» porque lo había criado desde que era muy pequeño.

S.D.C. es hijo de un hermano de la víctima que se había marchado a Venezuela, donde él nació en 1965 y con apenas cinco años, ya en 1970, se trasladó hasta Gran Canaria para vivir con su tía tras el divorcio de sus progenitores, según explicó este lunes una residente en Rafael Oramas y amiga de la mujer fallecida. Llegó a la isla junto a otros tres hermanos y su tía, que no tenía hijos, se hizo cargo de ellos hasta que dos decidieron tiempo después volver a su país de origen.

Con el paso de los años, S.D.C. se emancipó y llegó a trabajar como operario del área de carga y descarga del aeropuerto de Gran Canaria, según aseguró otra vecina, pero estaba retirado pues desde hace unos años es beneficiario de una pensión de incapacidad tras ser operado de las dos rodillas.

Varias caídas

Ahora, en las últimas semanas, estaba ayudando a su tía después de que ésta hubiese sufrido caídas hasta en dos ocasiones desde el 8 de enero. Tras la última, hace apenas tres semanas, tuvo que ser hospitalizada cuando ambos sufrieron una caída mientras el sobrino ayudaba a su tía a subir la escalera desde la primera a la segunda planta para que tomase el sol en la ventana de la azotea y resbalaron, según contó la vecina. La mujer vivía sola desde que hace unos dos años falleciese su marido.

La mujer se había hecho cargo de su sobrino desde que éste era apenas un niño y sus padres se divorciaron y se lo trajo desde Venezuela

Vecinos de la fallecida han mostrado su estupefacción por el suceso y han recordado a la mujer como una persona «cercana, muy linda y encantadora». «Era una persona muy amable, de esas que cada vez que te cruzas con ella te devuelve una sonrisa», señaló un vecino que la conocía desde que hace 37 años se mudó a vivir al barrio.

Otra de las vecinas que vive en las inmediaciones de la vivienda donde tuvieron lugar los hechos explicó que ha escuchado que el hombre tiene «problemas» pero desconoce cuáles pues, en principio, no se le conocen problemas económicos o adicciones. 

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Asesinato en el distrito Cono Sur de Las Palmas de Gran Canaria José Carlos Guerra

Adonisedec Hernández, otro de los residentes en la calle Rafael Oramas, confesó que a él y su familia la noticia les había dejado «con muy mal cuerpo». «La señora siempre ha sido muy buena y querida por todo el mundo», señaló. «Salí de mi casa y vi la ambulancia, y al ser una persona mayor pensé que se había caído, pero cuando empecé a ver movimiento policial ya me extrañó», sostuvo, «no comprendo cómo una persona puede llegar a hacer algo así, y sobre todo a un familiar».

Por último, un hombre que se identificó como familiar de la víctima sostuvo que desde la segunda caída que sufrió hace casi un mes la mujer fallecida, tenía dos cuidadoras y que su sobrino iba a visitarla. La familia de la víctima espera ahora a que se le practique la autopsia para poder darle sepultura y la Policía Nacional espera a tomarle declaración.