La Policía Nacional detuvo recientemente a un excocinero de la famosa churrería La Madrileña, situada en la calle Ripoche de Las Palmas de Gran Canaria, por, presuntamente, robar unos 450.000 euros en efectivo a la dueña del negocio. El arrestado, de 36 años, escondió parte del dinero en un doble fondo de una mesilla de noche en un piso patera en el que residía en la ciudad de Arucas, donde había encontrado un nuevo trabajo.

Los hechos se produjeron el pasado 30 de abril cuando el cuerpo de seguridad estatal recibió una denuncia por parte de la propietaria del negocio en el que indicaba que le habían sustraído unos 50.000 euros en una habitación a la que tenían acceso únicamente los empleados. Una denuncia que se amplió pocos días después porque la afectada señaló que en su propia vivienda había sufrido otro robo, esta vez de 400.000 euros que tenía escondidos en el domicilio.

Los agentes iniciaron una investigación para tratar de localizar al autor de los dos robos que se había conseguido embolsar una gran cantidad de dinero en efectivo. Aunque en un principio se encontraron con un hermetismo entre los propios afectados por motivos culturales, finalmente consiguieron indicios para poner todos los focos en el principal sospechoso: un excocinero de la churrería que incluso había sido ayudado por la dueña del negocio para que pudiera afincarse en el Archipiélago con un puesto de trabajo.

Los investigadores siguieron la pista de este empleado, que ya no trabajaba en el distrito Puerto-Canteras de Las Palmas de Gran Canaria. La Policía Nacional lo localizó en un restaurante de Arucas, donde trabajaba durante la semana, y solicitaron al juzgado una orden para poder registrar su vivienda ante la posibilidad de que aún conservara en el interior parte del dinero sustraído.

Los agentes realizaron una exhaustiva inspección del piso patera, en el que dormía el trabajador junto a otras personas durante los días de la semana que trabajaba en Arucas, y escondido en el doble fondo de una mesilla de noche localizaron cientos de billetes de 50 euros y 100 euros, todos ellos repartidos en varias bolsas, según indicaron las fuentes consultadas. La Policía Nacional logró recuperar los 400.000 euros que habían sido robados de la vivienda de la afectada y los otros 50.000 el arrestado ya los había enviado a su familia en China.

El detenido como presunto autor de dos delitos de robo con fuerza se valió de la confianza que tenía con la propietaria de la churrería La Madrileña para así acceder primero al dinero que había guardado en el establecimiento y después en la vivienda. El excocinero tenía una llave con la que poder entrar en el domicilio, donde también conocía el escondite en el que la propietaria tenía guardado el dinero.

La Jefatura Superior de Policía de Canarias informó ayer en un comunicado que el arrestado ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial.