El carnicero Ruimán mató a su suegra de un golpe con un objeto contundente. Ruimán, de 40 años y carnicero de profesión acabó presuntamente con la vida de su suegra María Esther R., de 64 años y vecina del barrio de Aríñez en San Mateo asestándole un golpe en la cabeza con un objeto contundente. La agresión le causó una traumatismo craneoencefálico severo, según confirmaron ayer fuentes cercanas a las pesquisas. Esta es la conclusión preliminar de la autopsia realizada a la fallecida tras el hallazgo de su cadáver, en la entrada a su vivienda, en la noche del pasado miércoles.
El yerno de la fallecida y su mujer Elisenda, la hija mediana de la fallecida, viven en la planta alta de la casa terrera ubicada en la carretera general de Aríñez junto a su hija de corta edad. En la planta inferior residía Esther. Fue en horas del mediodía del pasado miércoles cuando Ruimán bajo hasta la vivienda de su suegra al parecer con intención de perpetrar un robo para hacerse con algo de valor para posteriormente venderlo presuntamente para comprar droga.
Su hija intentó sin éxito contactar por teléfono con su madre desde su puesto de trabajo. Desde las 14.00 horas estuvo llamando sin parar. Al llegar a la vivienda familiar tocó en la puerta y ante la ausencia de respuesta accedió a la misma localizando su cadáver. Fue en ese momento, sobre las 23.00 horas del miércoles, cuando llamó a la Guardia Civil para denunciar los hechos. Al parecer, desconocía que el presunto autor del homicidio era su pareja.
Según apuntan fuentes conocedoras de los hechos, tanto el yerno como la hija de la fallecida tienen problemas de consumo de drogas. Una situación que es bien conocida en toda la Vega de San Mateo al frecuentar la pareja amistades poco recomendables y sitios conocidos por ser puntos de venta de estupefacientes.
Peleas
Esto habría provocado varios enfrentamientos con la fallecida y también entre la propia pareja. Por eso, como medida de seguridad Esther les había quitado la copia de la llave de la puerta de su casa al matrimonio. Una decisión con la que pretendía evitar más incidentes y posibles robos.
Al conocerse que se había cometido un homicidio en una vivienda del barrio de Aríñez muchos pensaron que Ruimán había acabado con la vida de su pareja sentimental. La conmoción y estupor llegó horas después cuando se supo que la víctima del homicidio había sido María Esther R. suegra del susodicho. Si bien era conocida la mala relación que mantenían yerno y suegra, y los problemas que arrastraba el presunto homicida, nadie pensaba que podría acabar con la vida de una mujer muy querida y respetada en la Vega.
El acceso a la planta baja de la casa terrera que compartían seguía con el cordón policial de la Guardia Civil y con restos de sangre en el acceso a la planta baja. Desde ese momento, y sin haber sido aún detenido por los hechos, los vecinos comenzaron a sospechar de él como presunto autor del homicidio. Una sospecha que se confirmó a última hora de la tarde del miércoles con su detención como adelantó LAPROVINCIA / DLP.
Él era además conocido por haber trabajado durante un tiempo como carnicero en una conocida cadena de supermercados ubicada en el caso de San Mateo. Un empleo que perdió hace unos meses, al parecer por problemas derivados también de ese supuesto consumo de cocaína. Hacía poco que había comenzado a trabajar en otro supermercado en la ciudad de Arucas, según apuntan las fuentes consultadas.
Conmoción
En la tarde de este viernes el ambiente en el casco de San Mateo seguía enrarecido ante las últimas noticias del crimen acaecido en Aríñez.
«No salgo de mi asombro. Jamás pensé que estas cosas pudiesen pasar aquí con lo tranquilo que es», afirmó una vecina mientras seguía su paseo por el entorno del mercado agrícola.
El presunto autor del crimen es bien conocido por los vecinos de la Vega, sobre todo por haber estado trabajando en un céntrico supermercado, y conocían los problemas personales que arrastraba y la mala relación con su suegra. «No se llevaban bien, habían tenido muchos problemas por temas económicos y otras cosas», apuntó un trabajador de la zona.
Dentro de las intensas pesquisas desarrolladas el jueves, los investigadores llegaron a presentarse en la tarde del jueves en el antiguo puesto de trabajo de Ruimán para revisar su taquilla en busca de más indicios.
Las pruebas recabadas durante todo el día en la vivienda de Esther apuntalaron los indicios incriminatarios hacia su yerno. Todos los detalles de la investigación se han puesto a disposición del Juzgado de Instrucción Número 5 de Las Palmas de Gran Canaria encargado de la causa que tiene decretado el secreto de las actuaciones.
El detenido, de 40 años, pasará a lo largo del día de hoy a disposición judicial.