Así ha sido la búsqueda de Jay Slater en Tenerife: perros, drones, helicópteros, agentes, voluntarios y un detective

La tarde del 17 junio el joven Jay Slater realizó una llamada a una amiga, con la que viajó a Tenerife, para decirle que se encontraba perdido en Masca y que apenas tenía batería en el móvil. Fue el último contacto que se tuvo del joven, que durante casi un mes ha mantenido en vilo a los investigadores, al pueblo de Buenavista del Norte y a sus familiares y amigos.

El caso de Slater, una de las desapariciones más mediáticas de los últimos años en el Archipiélago y fuera de las fronteras insulares, ha supuesto una búsqueda de 29 días en un terreno nada propicio. Barrancos y senderos conforman la zona en la que se perdió la pista al joven hasta que en la mañana de este lunes 15 de julio se ha localizado su cuerpo.

Así al menos lo mantiene la Guardia Civil, que aunque espera las pruebas de ADN para confirmar su identidad ya apunta a que el cuerpo es el de Jay Slater. Además, la investigación se centrará ahora en las causas de su muerte, aunque todo parece indicar que se trata de una caída accidental.

La búsqueda

Desde el momento en el que se denunciara su desaparición y de forma paralela a la investigación policial, se inició su búsqueda en la zona en la que se le ubicó por última vez, Masca, en Buenavista del Norte. En los primeros días se llegó a trasladar incluso a Los Cristianos, tras una llamada que situaba al británico en esa zona, pero finalmente se descartó por entender las autoridades que se trataba de una pista errónea.

Así, todos los esfuerzos se centraron en el entorno protegido de Buenavista del Norte. Durante los primeros días de búsqueda se emplearon perros de una unidad especializada en este tipo de casos y se incorporó poco después el uso de drones, debido precisamente a la compleja orografía del terreno.

Efectivos de la Guardia Civil de Madrid se trasladaron también a Tenerife para participar en la búsqueda e investigación de la desaparición de Jay Slater y fueron precisamente los que coordinaron una macrodispositivo en el sábado 29 de junio en la zona.

El cuerpo de Jay Slater tiene que ser recuperado en helicóptero por lo escarpado del terreno

Para ello, hicieron un llamamiento a entidades sociales y particulares que se unieron a efectivos de seguridad, bomberos y protección civil para recorrer Masca en busca de alguna pista que diera con el paradero del turista británico.

Una treintena de personas buscaron ese día sin éxito a Slater en Masca en un dispositivo que contó con los perros del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, además de vehículos aéreos como los mencionados drones y helicópteros de las fuerzas de seguridad y rescate.

Entre los voluntarios, se sumó el detective Mark Williams-Thomas, que protagoniza el programa The Investigator, de Netflix, una presencia que ratifica la relevancia que tomó el caso en el Reino Unido.

Fin a la búsqueda

Dos días después, el 1 de julio, la Guardia Civil informaba de que tras 12 días se ponía fin al dispositivo de búsqueda del joven aunque se mantenía abierta la investigación. De hecho, prosiguieron con las pesquisas, centradas siempre en Masca, una zona rocosa, llena de desniveles y con multitud de barrancos, senderos y caminos.

Además, la familia mantuvo con sus propios esfuerzos la actividad en el municipio, con batidas en Masca y recientemente la madre del joven ha agradecido a los cuerpos de seguridad la búsqueda de su hijo. "La Guardia Civil ha trabajado sin descanso en las montañas donde se rastreó la última llamada de Jay. (...) La policía sigue investigado por qué Jay había viajado al lugar tan lejos de su vivienda. Ofrecemos nuestro sincero agradecimiento a las autoridades españolas que siguen las líneas de investigación", decía este mismo fin de semana.

De hecho, según ha podido saber El Día, a pesar del anuncio del fin de la búsqueda, durante los últimos días los profesionales del GREIM han mantenido esta tarea de una forma mucho más discreta, en unas condiciones climatológicas duras y en un entorno con una orografía muy complicada, de barrancos y precipicios de gran altura.