Cinco jóvenes roban el dinero del belén de San Telmo y amenazan con arma blanca al vigilante

Cinco jóvenes, dos de ellos armados con cuchillos, asaltaron la madrugada del lunes el belén instalado en el parque de San Telmo para robar las monedas –la mayoría de ellas, céntimos– que los visitantes lanzan a la instalación navideña. No contentos con el robo, amenazaron con las armas blancas al vigilante, que trató de impedirles el hurto.

Los hechos ocurrieron este lunes a las cuatro de la madrugada. Un grupo formado por cinco individuos merodeó por el parque de San Telmo y se entretuvo mirando el nacimiento, ubicado en uno de los extremos. Pero realmente, los implicados no estaban contemplando las figuras, sino las monedas que cada día lanza el público que visita este clásico de Navidad.

El vigilante de seguridad que protege la instalación debió intuir las intenciones y se acercó hasta el punto en el que estaban los cinco implicados; algunos de ellos saltando ya la valla que separa el belén del resto del parque y tocando las figuras. El empleado les recriminó la acción, les dijo que no podían estar ahí y que qué hacían, momento en el que dos de ellos le sacaron dos cuchillos con los que lo amenazaron. Ante la actitud violenta del grupo de vándalos, el trabajador no pudo hacer nada. Eran cinco contra uno. Y cinco armados, mientras él contaba solo con una defensa de plástico.

Los jóvenes, ya dentro del nacimiento, aprovecharon para robar parte de la calderilla que había entre las figuras; una cantidad irrisoria, habida cuenta de que la mayoría de monedas son céntimos que se dejan ahí a modo de atraer la buena suerte. «Pudieron llevarse siete euros, céntimo a céntimo, nada más. Fueron dos minutos, lo amenazaron y se largaron», explican compañeros del trabajador que estaba esa madrugada de guardia. «Fue como si quisieran hacer la broma, por diversión», añaden.

El vigilante dio la voz de alarma tras los hechos, pero cuando la Policía Nacional llegó a San Telmo los jóvenes –cinco magrebíes y un subsahariano– ya habían huido, por lo que todavía no han sido identificados, aunque se cree que son algunos de los habituales de la zona, conocidos por su conflictividad.

Tras conocer el incidente, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aseguró a la empresa responsable de la seguridad que reforzarán los turnos de madrugada con la incorporación de otro trabajador y que recogerán cada noche las monedas que dejen los visitantes.

«Esto no fue a más porque el vigilante decidió no interponerse, que se podría haber llevado el navajazo. Es la tónica habitual por aquí y no se debería permitir», concluyen los compañeros.

Este es un episodio más de este punto negro de delincuencia en el que se ha convertido el entorno de San Telmo, el último de una larga lista de altercados. Hace menos de un mes, la Policía Nacional detuvo a un joven de 19 años por agredir con una botella a otro y dejarlo sin varias piezas dentales. En la pelea estuvieron implicados hasta siete individuos.

En octubre, arrestaron a tres varones tras una riña en la que participaron once personas en el paso a nivel de la estación de San Telmo. Y en julio, otros tres amenazaron un menor con un cúter y una tubería para robarle el móvil. Son solo tres ejemplos de este suma y sigue.