Siete hombres dan una paliza a un empresario en un centro comercial del sur de Gran Canaria para robarle

Rachid G., dueño de un restaurante en las galerías comerciales de Puerto Rico, recibió golpes en la cabeza, el rostro y la mandíbula hasta dejarlo inconsciente

Los agresores le sustrajeron 730 euros, la recaudación del día, y un reloj

Rachid G., el empresario agredido en el centro comercial Puerto Rico

Rachid G., el empresario agredido en el centro comercial Puerto Rico / LA PROVINCIA

Vieron cómo sacaba un sobre para pagar unas copas en una discoteca situada en el centro comercial de Puerto Rico y decidieron seguirlo, hasta que estuviera solo y lejos de miradas indiscretas o de los ojos de posibles testigos. Era la madrugada de Navidad. El objetivo estaba claro: robar el dinero que observaron cómo guardaba en un bolsillo del pantalón.

Los delincuentes llamaron presuntamente a otros compinches, que se desplazaron al exterior de las galerías comerciales y, ya en la avenida Tomás Roca Bosch, pegaron una paliza a la víctima –que es, además, dueño de un bar en el centro comercial– hasta dejarla inconsciente y tirada en el suelo. La Guardia Civil de Puerto Rico investiga ya los hechos y trata de identificar a los siete implicados.

Rachid G. cerró su cafetería, ubicada en el centro comercial de Puerto Rico, en Mogán, en torno a las tres de la madrugada del 25 de diciembre, tras hacer la caja y comprobar la recaudación de la jornada, que guardó y se llevó en un sobre. Decidió ir a tomar algo con unos clientes a la discoteca que está en las mismas galerías.

Allí, según su testimonio y según consta en la denuncia a la que ha tenido acceso LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas, estuvo aproximadamente dos horas, hasta que se acercó a la barra a abonar las consumiciones. En ese momento –cree– uno de los que se convertiría en su agresor vio cómo sacaba el dinero para pagar y guardaba la cuantía sobrante de nuevo en un bolsillo del pantalón.

Rodeado por el grupo

«Subí las escaleras desde el sótano hasta la planta baja, para ir a coger un taxi y marcharme a casa. Noté que alguien venía detrás hablando por teléfono, pero no le di más importancia», cuenta este empresario de Puerto Rico. Hasta que llegó a la calle. En ese momento, dos vehículos que circulaban a gran velocidad detuvieron bruscamente la marcha a mitad de la carretera y de ellos se bajaron cuatro jóvenes, consta en la denuncia presentada ante la Guardia Civil, que se dirigieron hacia él corriendo.

A estos se unieron el que lo seguía por el centro comercial y otros dos individuos más. Todos ellos forman parte, supuestamente, de una banda que se dedica a robar, sobre todo, a turistas en Puerto Rico.

«Uno me empujó, los demás me rodearon. Me quedé en el centro sin poder hacer nada, hasta que caí inconsciente», explica Rachid. En el suelo, continuaron con la agresión, hasta que localizaron el sobre con 730 euros, la recaudación de toda la jornada de trabajo. También se llevaron un reloj valorado en 800 euros.

La agresión –que está grabada gracias a las cámaras de seguridad del centro comercial– solo se detuvo cuando un policía local en moto pasó por el enclave. «Afortunadamente. En ese momento se echaron a correr hacia el centro comercial, dejando los coches tirados en la calle, lo que permite a los investigadores contar con las matrículas de los vehículos para estrechar el cerco.

Cuando Rachid recuperó la consciencia, fue trasladado al Hospital San Roque Meloneras en una ambulancia del Servicio de Urgencia Canario (SUC). Recibió siete puntos de sutura por una brecha causada por los puñetazos recibidos, además de atención por contusiones en la cabeza, la cara y la mandíbula. 

«No fue solo un robo»

«Al cerrar el bar pensé: ‘¿Qué va a pasar por quedarme una hora más tomando algo?’ Pues mira... Esto no fue para robarme. Si solo fuese un robo me quitarían el sobre y ya... Pero me siguieron pegando cuando ya estaba inconsciente», concluye el empresario, que lleva quince años en el centro comercial de Puerto Rico, asistido por su abogado Rafael Tarajano.

Los empresarios reclaman más presencia policial y seguridad, sobre todo, desde que el clan atemoriza a los turistas que acuden a los establecimientos. Se trataría, según ha podido saber este periódico, de un grupo de varones con parentesco entre ellos, todos de origen magrebí, y de entre 27 y 37 años. Algunos de ellos son conocidos por los agentes del sur de Gran Canaria por su amplio historial como carteristas, además de otros ilícitos penales. De hecho, no se descarta que estuvieran implicados en la agresión a un turista británico, que salía de la misma discoteca, para robarle un reloj, el móvil y dinero a mediados de noviembre, tal y como publicó este diario.

La Guardia Civil de Puerto Rico investiga ya las causas de la agresión y trabaja –gracias a las grabaciones– en la identificación de todos los autores del ataque para esclarecer los hechos.

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