Salvatore Sinagra, el italiano que se encuentra en coma inducido tras recibir un puñetazo por una discusión en una partida de futbolín

La familia del hostelero, de 30 años y residente en Lanzarote, pide justicia y teme que le queden lesiones cuando despierte

El presunto agresor, en prisión por lesiones graves, argumenta que se encontraba bajo los efectos de las drogas

Detenido en Lanzarote el presunto autor de una agresión ocurrida en Puerto del Carmen

La Provincia

Una simple discusión, un malentendido, durante una partida de futbolín en el interior de un establecimiento de ocio nocturno, en el centro comercial Matagorda (Lanzarote), fue presuntamente el desencadenante de la agresión de Salvatore Sinagra, un hostelero italiano de 30 años que se encuentra en coma inducido en Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria, tras ser operado de urgencia. El presunto agresor ingresó este lunes en prisión provisional, comunicada y sin fianza acusado de un delito de lesiones graves.

Salvatore –natural de Favignana, una isla que pertenece a Sicilia, pero residente desde hace años en Lanzarote donde ha regentado una cafetería– estaba la noche del 26 de enero junto a unos amigos en un bar-karaoke de las galerías comerciales situadas en Puerto del Carmen

En el interior del establecimiento se produjo una bronca –pensaban que sin importancia– con el presunto agresor, un joven de 25 años vecino de Arrecife y con un largo historial de antecedentes, al parecer, por el uso del futbolín y el resultado de una partida. 

Salvatore y su atacante no se conocían, según las fuentes cercanas al caso consultadas por este diario. Sus amigos creyeron que la discusión había finalizado, pero nada más lejos de la realidad. El joven italiano salió a fumar al exterior del local y hasta allí lo siguió presuntamente el ahora acusado.

En uno de los pasillos exteriores el centro comercial, el agresor –alto y corpulento– le dio un puñetazo a Salvatore con el que lo derribó. Luego, huyó a la carrera del lugar. La víctima quedó tendida en el suelo y herida a consecuencia del golpe y del impacto con el suelo. 

Fue trasladado de urgencia al Hospital José Molina Orosa, en Lanzarote, pero debido a la consecuencia de las heridas tuvo que ser evacuado al Doctor Negrín, en Gran Canaria, donde lo operaron de urgencia debido a un hematoma cerebral. Una semana después del ataque, Salvatore se encuentra en coma inducido y su familia –que en declaraciones en redes sociales y a medios italianos ha pedido «justicia»– teme que pueda quedar con lesiones de por vida.

Seis días escondido

Tras el puñetazo, el agresor –que sabía que lo estaban buscando– se refugió durante seis días en su vivienda, de la que no salió hasta el sábado por la noche, al parecer, para ir a un bar. En ese momento, fue detenido por agentes de la Guardia Civil de Arrecife, que lo tenían plenamente identificado debido a las imágenes de cámaras de seguridad y las declaraciones de testigos. 

El individuo –español y con antecedentes, entre otros, por presuntos delitos de hurtos y tráfico de drogas– habría reconocido los hechos ante los agentes, aunque intentó excusarse diciendo que estaba bajo los efectos del consumo de sustancias estupefacientes.

Ayer, pasó a disposición judicial, que ordenó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza por un presunto delito de lesiones graves. Esta calificación puede variar en función de la evolución de Salvatore. 

«Fuerza, mi vida»

Salvatore reside desde hace años en la zona de Playa Honda, donde tuvo una cafetería. Su padre, Andrea Sinagra, es muy conocido en Favignana, su isla natal, donde se dedica a la pesca y tiene embarcaciones de pesca deportiva. Andrea voló de inmediato a Gran Canaria para estar con su hijo. «Fuerza, mi vida», publicó ayer en redes sociales, con una foto de Salvatore.

La agresión ha conmocionado a Italia. El alcalde de Favignana, Francesco Fergione, aseguró estar pendiente de la evolución de Salvatore y cerca de la familia «en este difícil momento». Allí han creado una página de apoyo a la familia Sinagra con la esperanza de que «cuando despierte, lea cada mensaje de cercanía y sepa que nunca ha estado solo en este gran desafío».

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