Sufre una lesión grave y casi pierde la pierna en un accidente de tráfico

Unas vacaciones en Tenerife se convirtieron en una pesadilla para Sonia Woodward, de 63 años, cuando el scooter que había alquilado falló y la dejó con una lesión tan grave que le advirtieron que podría perder la pierna.

El accidente ocurrió en 2015, cuando Sonia viajó a la isla junto a su esposo Alan y su padre Cyril Harwood. Había alquilado el scooter de movilidad para ayudar a su padre a desplazarse y decidió probarlo dentro del hotel antes de salir, según informó The Daily Mail.

Sin embargo, los frenos fallaron repentinamente, obligándola a estrellarse contra un poste para evitar atropellar a un grupo de personas. El impacto le arrancó un trozo de piel de la pierna, dejándola con una herida abierta de extrema gravedad.

Cirugías de emergencia y secuelas permanentes

Sonia tuvo que pagar una cirugía de urgencia en Tenerife y, al regresar al Reino Unido, someterse a otra operación. Para entonces, su lesión se había vuelto negra por la gravedad del daño.

Afortunadamente, los médicos lograron salvarle la pierna, pero casi una década después, sigue sufriendo las secuelas del accidente:

• Debilidad muscular y en el tobillo
• Hipersensibilidad en la piel
• Cicatrices evidentes y problemas circulatorios
• Dolores constantes y hormigueo

Además, recientemente fue diagnosticada con fibromialgia, una condición que los médicos han relacionado con el trauma del accidente.

Una batalla legal de 10 años

Tras el accidente, Sonia inició una demanda contra la empresa de alquiler con la ayuda de la firma legal Slater and Gordon. Sin embargo, la aseguradora Mapfre negó inicialmente cualquier responsabilidad.

Después de un proceso judicial prolongado, el tribunal le otorgó una compensación, pero la compañía apeló la decisión en dos ocasiones. Finalmente, el caso se resolvió a su favor en la Corte de Apelaciones tras una disputa por los intereses de la indemnización.

"Ha sido una experiencia horrenda"

Sonia describe el proceso como agotador y frustrante, pero nunca se rindió:

"Han sido diez años de lucha para lograr justicia. Mi familia y yo tuvimos que comparecer en los tribunales, pero soy fuerte y no iba a rendirme. Estaba decidida a ganar esta batalla."

El abogado Nicholas Lukacs, especialista en accidentes de viaje, destacó la valentía de Sonia:

"Este fue un incidente aterrador. Sonia pasó de disfrutar unas vacaciones con su familia a enfrentar la posibilidad de perder su pierna debido a un scooter defectuoso. Su resiliencia y determinación han sido admirables y estamos satisfechos de haber logrado un resultado positivo para ella."