Del amor escandaloso al abismo: así es el abogado que se encaró en Canarias a un guardia civil

La escena es breve, pero ha incendiado las redes sociales. Un turista discute con dos guardias civiles en el aeropuerto de Tenerife. Se presenta como “abogado” y, sin perder la calma, uno de los agentes le lanza una frase que ya es historia viral: “Abogado, el que tengo aquí colgado”. Lo que pocos sabían al principio es que el hombre que aparece en el vídeo no es un desconocido: se trata de Andrea Diprè, una de las figuras más controvertidas del panorama mediático italiano.

Lejos de ser simplemente un viajero conflictivo, Diprè es exabogado, excrítico de arte, político y showman. En Italia, su nombre es sinónimo de escándalo, vídeos censurados y una filosofía de vida basada en el exceso y la provocación.

Nacido en Tione di Trento en 1974, Andrea Diprè estudió Derecho y ejerció durante un tiempo como abogado. Aunque se afirmó que fue expulsado del colegio, algunas fuentes indican que simplemente fue dado de baja, lo que le permitiría volver a colegiarse. Sea como sea, su carrera jurídica quedó eclipsada por una transformación radical.

Pasó de colaborar con la iglesia y militar en partidos como La Margherita y la Lega Nord, a convertirse en un personaje viral en YouTube, donde subía entrevistas y monólogos repletos de provocación. Su salto al estrellato digital llegó tras una entrevista junto al artista Osvaldo Paniccia, que se volvió viral. Desde entonces, fue conocido como el “rey del trash italiano”.

Una vida marcada por excesos, sexo y drogas

Su relación con la soubrette Sara Tommasi lo catapultó aún más al foco mediático. Difundió vídeos íntimos junto a ella, que causaron un auténtico escándalo en Italia. Desde entonces, Diprè abrazó un personaje excéntrico, provocador y sin límites.

Ha reconocido públicamente consumir sustancias estupefacientes, usar viagra de forma habitual y frecuentar prostitutas. Incluso popularizó su propio lema: “toda la noche, coca y prostitutas”. Cada declaración y aparición pública alimentaba su figura como ícono del exceso, lo vulgar y lo políticamente incorrecto.

En 2014, Andrea dio un paso más en su espiral de extravagancia y fundó su propia “religión”: el Dipreismo. Un concepto más simbólico que real, que refleja su filosofía de vida basada en la provocación sin frenos.

En los últimos años ha tenido varios enfrentamientos con la ley, incluyendo una detención en Alemania nada más aterrizar, según medios italianos. Su aparición en el aeropuerto de Tenerife no es, por tanto, su primer episodio conflictivo con autoridades.

Lejos de desaparecer, sigue reinventándose como figura viral internacional, aunque a menudo bordeando —o cruzando— los límites del respeto, la legalidad y el sentido común.