Máscaras de ‘V de Vendetta’, mazas y cuchillos: así fue el atraco planificado y en diez minutos de la joyería de El Mirador

Llegaron a toda velocidad, a bordo de un Audi Q2 de color blanco –con matrículas robadas– que estacionaron a las puertas de una de las entradas de la planta baja del centro comercial El Mirador, la más cercana a la joyería Claudia, el objetivo de la banda de cinco atracadores. El reloj pasaba ya de las 21.30 horas del miércoles, rozando la hora de cierre.

Dejaron el coche en el aparcamiento y, rápido, se bajaron cuatro de los asaltantes, todos ellos vestidos con chándal, guantes, capuchas y las máscaras de V de Vendetta. El quinto, el conductor, hizo lo mismo unos segundos más tarde. En sus manos llevaban cuchillos y mazas, las armas que emplearon para llevarse el botín de la joyería, no sin antes destrozarlo todo. Y lo hicieron en solo diez minutos. Antes de las 21.50 ya habían huido en el mismo vehículo. Eso sí, por el camino olvidaron un martillo que ya está siendo analizado.

La Policía Nacional, en el momento de escribir este artículo, trata de identificar a los cinco asaltantes y dar con su paradero. Para ello, toman declaraciones a testigos y realizan un minucioso visionado de las cámaras de seguridad del centro comercial y de tráfico. La tarea no es sencilla. La hipótesis principal, habida cuenta de cómo sucedieron los hechos, es que el atraco fue planificado con tiempo y que los autores conocían el recinto. Sabían la mejor hora para actuar –coincidiendo casi con el cierre y el partido de Champions del Real Madrid contra el Arsenal–, iban cubiertos para dificultar su identificación, armados y con placas de matrículas sustraídas a otro vehículo.

Cinco encapuchados asaltan con armas blancas una joyería en el centro comercial El Mirador

En la entrada, los cinco autores se toparon con uno de los vigilantes de seguridad al que amenazaron con uno de los cuchillos y retuvieron para que no pudiese alertar por la emisora a sus compañeros. El trabajador presenta erosiones leves.

Pero este encontronazo no fue motivo para disuadirlos de su objetivo. Entraron en la joyería de la planta baja y amenazaron a la única trabajadora que estaba en ese momento en el local. De inmediato, comenzaron a romper las cristaleras y las vidrieras con los martillos y mazas que llevaban. Se dirigieron, sobre todo, a las que tenían el oro, las de más valor. Vitrina que desvalijaban, contenido que metían en las mochilas. La cuantía del botín todavía se desconoce. Los dueños de la joyería, este jueves cerrada al público, realizan inventario de lo sustraído y de los daños causados.

Sin armas de fuego

El estruendo que causaron fue tal que algunos testigos llegaron a hablar incluso de tiroteo, un extremo descartado por la Policía Nacional. Los atracadores no llevaban armas de fuego.

Cuando el tiempo se les echó encima, escaparon a la carrera. Fue –según las fuentes consultadas– un atraco que duró entre diez y quince minutos, el tiempo suficiente para que los vigilantes de seguridad que estaban en otras zonas no pudiesen llegar y retenerlos. Y tampoco la Policía, que recibió numerosas llamadas de clientes del centro comercial.

Pero en su fuga los atracadores cometieron un error. Según ha podido saber LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas, olvidaron una de las mazas en la joyería. El objeto está siendo analizado ya, en busca de alguna huella que les permita a los agentes dar con los atracadores. Otro de los puntos clave de la investigación son las placas de matrícula sustraídas. El equipo de Policía Judicial –a cargo del caso– tiene localizado ya el coche al que se las robaron, y donde podrían haber dejado huellas.

La Policía Nacional sigue los pasos a estos falsos Guy Fawkes –personaje de las máscaras que llevaban– con el análisis del recorrido que hizo el Audi, las imágenes de las cámaras y el martillo olvidado.