Cinco disparos hirieron de muerte al joven que se enfrentó a un taxista y a la Policía en el aeropuerto de Gran Canaria

Un juzgado de Telde investiga las circunstancias en la que el joven gambiano murió abatido por la Policía tras atacar a un taxista y a los agentes con un cuchillo

Vídeo del tiroteo en el aeropuerto de Gran Canaria: así actuó la Policía ante un asaltante armado con cuchillo

La Provincia

Las Palmas de Gran Canaria

El joven de 19 años que el pasado sábado por la tarde falleció después de ser abatido por agentes de la Policía Nacional en los exteriores del aeropuerto de Gran Canaria recibió cinco disparos y uno de ellos impactó en el cuello, según informó este domingo el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). El hombre, natural de Gambia, perdió la vida después de haber acatado a un taxista, al que presuntamente amenazó de muerte con un cuchillo de grandes dimensiones, y tras abalanzarse sobre los agentes con el arma blanca, una situación que obligó a los policías a utilizar su arma de fuego reglamentaria para frenar el ataque. El joven llegó a derribar a uno de los policías y lo intentó con otro, en una situación que se produjo en una parada de guaguas llena de personas, lo que suponía un riesgo real para la integridad física de los viajeros.

Tras una tarde caótica en el aeropuerto de Gran Canaria, el Juzgado de Instrucción Número 2 de Telde, en funciones de guardia, ha abierto diligencias previas para investigar las circunstancias en las que murió el joven y ya analiza las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del aeropuerto, señaló el Tribunal Superior de Justicia de Canarias. El órgano judicial recopila imágenes de las grabaciones del interior y exterior del recinto con el objetivo de poder realizar una reconstrucción de los hechos y analizar así la peligrosidad del momento y la proporcionalidad de la actuación policial. Ya han prestado declaración tanto los agentes que participaron en el dispositivo como el taxista.

Imágenes

Las imágenes de los vídeos -a las que ha tenido acceso este periódico- evidencian que el asaltante aparentemente estaba fuera de sí, sosteniendo un cuchillo de grandes dimensiones -con una hoja de entre 15 y 20 centímetros-, y que después de atracar al taxista derribó a un agente e intentó derribar a otro. Durante este episodio violento, el hombre deambuló durante unos segundos blandiendo el arma blanca en una zona por la que transitaba un gran número de personas, al ser una parada de guaguas, lo que hacía que su actitud supusiera un peligro real para las personas, contra las cuales podría haber arremetido en un momento dado.

Tras el operativo, el sindicato policial Jupol defiende que los agentes actuaron de manera correcta. En declaraciones a Televisión Canaria, su secretario regional en Canarias, Alejandro Navarro, señala que uno de los agentes tomó el papel de mediador e intentó reconducir la situación. «En el vídeo se le ve con las manos adelante, en una situación de vamos a salir todos bien de aquí», explica, «pero esa primera iniciativa que toma el policía es respondida por el agresor corriendo hacia él, y no le clavó el cuchillo porque el agente cae al suelo; en ese momento los compañeros no vieron otra opción y se vieron obligados a utilizar armas de fuego para eliminar una amenaza». «Hemos hablado con compañeros que intervinieron y de una manera objetiva era lo único que se podía hacer para neutralizar una amenaza», prosigue, «lamentablemente se ha tenido que acabar con la vida de una persona para eliminar una amenaza que esa misma persona había generado».

El fallecimiento del joven se produjo pasadas las 17.00 horas, minutos después de que siguiese al taxista por el interior de la terminal, -donde también mostró el cuchillo, según testigos-. El trabajador consiguió pedir ayuda y hasta la zona se acercaron varias patrullas de la Policía Nacional del aeropuerto. Al llegar, encontraron al presunto atracador en la parada de guaguas de Global. Fue en ese momento cuando los agentes intentaron en varias ocasiones que el joven frenase su actitud violenta, sin éxito. Al ignorar las peticiones de los agentes, durante la intervención policial éstos tuvieron que utilizar su arma y efectuaron al menos ocho detonaciones, algunas de ellas de manera disuasoria.

En pocos segundos la situación se tornó en caos y ante la secuencia de disparos por parte de los agentes decenas de personas corrieron hacia el interior de la terminal en busca de refugio, temerosos de sufrir el impacto de una bala perdida. Otras, en cambio, permanecieron quietas en la parada de guaguas. Tras el tiroteo, los servicios sanitarios del aeropuerto y del Servicio y Urgencias Canario (SUC) intentaron reanimar al joven, pero a pesar de los esfuerzos no lograron salvar su vida y confirmaron su fallecimiento.

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