Abdoulie, el joven abatido en el aeropuerto, estaba en tratamiento psiquiátrico y agredió a la Policía tres días antes del tiroteo

El chico cambió su comportamiento hace dos semanas y decía que se lo iban a comer

Fue detenido por atentado a agente de la autoridad y quedó libre

Vídeo del tiroteo en el aeropuerto de Gran Canaria: así actuó la Policía ante un asaltante armado con cuchillo

La Provincia

Las Palmas de Gran Canaria

Abdoulie Bah llegó en patera a Gran Canaria hace cinco años, cuando todavía era menor de edad. Aprendió español, consiguió sacarse el graduado en ESO y estudiaba para ser administrativo. Desde hace casi un año, trabajaba como educador y mediador con el objetivo de ayudar a otros migrantes adolescentes a integrarse en la sociedad. Pero todo cambió hace dos semanas. 

Abdoulie, natural de Gambia, y de 19 años recién cumplidos, había estado bajo tratamiento psiquiátrico, aunque sin evidenciar nunca ningún signo de agresividad ni protagonizar altercados. Hasta este mes, cuando empezó a mostrarse alterado y desorientado. Incluso fuera de sí. Hablaba solo y afirmaba a sus allegados que lo estaban persiguiendo y que alguien lo iba a comer. 

El primer incidente grave sucedió el miércoles, tres días antes de ser abatido a tiros en el aeropuerto de Gran Canaria. A las diez de la mañana, varias llamadas de conductores alertaron a la Policía Nacional: un hombre caminaba totalmente desorientado por la GC-5, la carretera que une Tafira Baja con Las Palmas de Gran Canaria. Transitaba por el medio de los carriles. Ese hombre era Abdoulie. Una patrulla logró interceptarlo en Barranco Seco, justo en la conocida como la rotonda de Las Brujas. Los agentes le pidieron que saliese del medio de la vía y, al bajarse del coche para tratar apartarlo de la circulación, Abdoulie arremetió contra ellos, los golpeó y los empujó. Los agentes tuvieron que solicitar refuerzos por la agresividad que mostraba. Cuando lograron reducirlo, lo detuvieron por un presunto delito de atentado a la autoridad. Es el único antecedente que le consta y, tras pasar a disposición judicial, quedó en libertad.

Setenta y dos horas más tarde, Abdoulie falleció en el aeropuerto de Gran Canaria tras recibir cinco disparos de la Policía Nacional, uno de ellos en el cuello. Al aeródromo llegó con la intención de embarcarse en un vuelo con destino a su país de origen, pero pese a lo que creía no tenía ningún billete. Ni para ese día ni, en el momento de escribir estas líneas, hay constancia de que existiese una reserva a su nombre para fechas posteriores. Al no lograr superar el control de seguridad de la terminal 2 de Gando, tras deambular varios minutos, salió en busca de un taxi y se subió al que estaba aparcado en primer lugar. Eran las 16.10 horas. 

El cuchillo que Abdoulie Bah empleó en el ataque al taxista en el aeropuerto de Gran Canaria

El cuchillo que Abdoulie Bah empleó en el ataque al taxista en el aeropuerto de Gran Canaria / LP/DLP

«¡Qué cansado estoy, qué cansado estoy!», dijo al taxista, al que pidió que llevase a Las Palmas de Gran Canaria, y nunca llegó a atracar, pese a las primeras informaciones. Ante la actitud de Abdoulie, totalmente desorientado y pronunciando frases incoherentes, el conductor le pidió el dinero por adelantado. El joven no lo tenía. Tras pedir al taxista que apagase la cámara que llevaba en la parte delantera del coche, se bajó del turismo. Un minuto después volvió a subirse. «Llévame a Las Palmas», le exigió. «¡Me tienen harto, me tienen harto!», le gritó, según ha podido saber LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas. Nadie sabe a quién se refería.

Dentro de la terminal

El taxista abandonó del vehículo e intentó que Abdoulie hiciese lo mismo. Pero fue en vano: le dio un puñetazo y, con el conductor desprevenido, sacó el cuchillo de 20 centímetros de hoja que guardaba en su mochila. Ahí comienzan las escenas de pánico. El taxista corrió hacia el interior de la terminal en busca de ayuda y Abdoulie lo siguió con el cuchillo en la mano, hasta que el conductor se tropezó y cayó, momento en que el joven gambiano casi consigue darle alcance para apuñalarlo. Fueron pasajeros que estaban en la terminal quienes consiguieron espantarlo y, puede, que salvar la vida al taxista. Fueron unos dos minutos persecución.

Abdoulie se fue la terminal hacia la estación de guaguas, donde la Policía Nacional lo localizó. Cinco agentes lo rodearon, pidiéndole que tirara el cuchillo y que se tranquilizara pero él, tal y como muestran las grabaciones de seguridad del recinto, se abalanzó hacia ellos. Uno de los agentes incluso cayó al suelo. Tras varios tiros disuasorios, lo abatieron. 

Abdoulie, al que sus amigos llamaban Figo —por el jugador de fútbol, su ídolo, a quien quería seguir los pasos como delantero en un equipo de Gran Canaria– falleció en el acto tras recibir cinco disparos. El Juzgado de Instrucción número 2 de Telde investiga la intervención.

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