Roban y vandalizan seis comercios del barrio de Triana en solo una semana

Los afectados reclaman al Ayuntamiento la instalación de más cámaras de vigilancia en el área comercial

Las Palmas de Gran Canaria

Seis establecimientos —varias tiendas de moda, una de muebles y una peluquería y un estudio de tatuajes— del barrio de Triana han sido vandalizados —y algunos robados— en solo una semana. El último afectado fue, ayer, un negocio de ropa y complementos de lujo de la calle Viera y Clavijo, al que rompieron una de las cristaleras del escaparate con una especie de martillo. La Policía Nacional investiga los ataques a los comercios del casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria, mientras los propietarios reclaman más presencia policial y cámaras de videovigilancia en la vía pública para acabar con «esta ola» de asaltos.

Los ataques comenzaron el pasado fin de semana. El ‘modus operandi’ es siempre similar, lo que hace sospechar a los agentes que detrás de los actos vandálicos están los mismos individuos. Estos se acercan a los escaparates, los rompen con mazas o piedras y agarran lo que pueden. El botín no es valioso; en ocasiones, solo algunos complementos del escaparate. «En otros casos no se llevaron nada, solo rompieron el cristal. Será alguien que no está en sus cabales o que lo hace para divertirse, pero vaya gracia...», dice uno de los comerciantes. 

Lo que el supuesto ladrón —o la banda— evita es actuar en la calle Mayor de Triana, sabedores de que allí hay cámaras municipales que lo pueden grabar. Una de las tiendas de ropa asaltadas hace esquina con Perdomo, y fue la vidriera exterior de esta calle —donde no alcanza el ‘gran hermano’ municipal— la que reventaron para coger un par de camisetas y vestidos. A ese establecimiento se suma una tienda de muebles de la calle Torres, otro comercio en Arena, dos negocios en General Bravo y un local en Viera y Clavijo. En este incluso se les cayó en la acera un objeto compatible con el mango de una maza, que se investiga si fue el arma que usaron.

«Llegas por la mañana y te encuentras con el escaparate roto. Parece que actúan día sí y día no, en la mayoría de casos», añade el comerciante, que reivindica que, a falta de policías que patrullen la zona, el Ayuntamiento instale cámaras en todas las calles del área comercial.

Los perjudicados desconocen quién está detrás de los ataques, pero sí asumen que se trata de una nueva «ola» de hechos delictivos. «Ahora tenemos esta oleada de robos nocturnos, pero no hemos visto un aumento de robos, en el total de las cifras. Son los mismos, pero por rachas», confiesan. 

«Por la gracia»

Los seguros de los locales asumen el coste de reparar las cristaleras, pero no las pérdidas que supone no poder abrir el primer día tras el asalto. «Imagina el perjuicio de un escaparate roto en época de rebajas, con una importante carga de trabajo. Pierdes la facturación, al menos de ese día. Los pequeños comercios tenemos que llamar a la Policía, al seguro, poner la denuncia, que llegue el que te cambia el cristal... Ese día de trámites el seguro no te devuelve el dinero», se quejan, impotentes.

También descartan que se trate de una banda de expertos. «Cogen lo que les cabe en la mano y ya. En algunos casos, nada. Se van sin llevar nada de valor, parece que solo lo hacen por la gracia de destrozar», opinan.

Los afectados han denunciado los hechos ante la Policía Nacional y se han quejado al Área de Seguridad del Ayuntamiento de la falta de presencia policial. Reclaman la puesta en marcha de una de las grandes promesas electorales incumplidas: la apertura de la comisaría de Triana y, en su defecto, la instalación de más dispositivos que permitan identificar con rapidez a los vándalos y que actúen como medida disuasoria. Hasta que las soluciones lleguen, lo único que pueden hacer es confiar en el «buen hacer» de la Policía y en que la oleada finalice.

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