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Así fue el ataque que acabó con la vida de Millu, la gata más querida de un residencial de Gran Canaria

El SEPRONA de Vecindario ha esclarecido el crimen con imágenes de videovigilancia que revelan una agresión intencionada y cruel

Detenido por matar a una gata callejera en Mogán

La Provincia

Johanna Betancor Galindo

Johanna Betancor Galindo

Las Palmas de Gran Canaria

La Guardia Civil ha detenido a una persona por un presunto delito contra los animales tras la muerte violenta de una gata callejera en un complejo residencial del municipio de Mogán, en Gran Canaria. La investigación, llevada a cabo por el equipo del SEPRONA de Vecindario, ha permitido confirmar la intencionalidad del ataque gracias al análisis de las imágenes de videovigilancia.

Los hechos se produjeron el pasado 30 de agosto de 2025. La víctima era Millu, una gata callejera de unos siete u ocho años que formaba parte de una colonia felina establecida desde hace años en la zona. Los vecinos la conocían por su carácter tranquilo y su cercanía con las personas, lo que probablemente facilitó el acercamiento de su agresor.

La investigación comenzó a raíz de la denuncia de un ciudadano, que alertó de lo ocurrido. A partir de ahí, el SEPRONA inició una labor exhaustiva que permitió identificar al presunto autor y reconstruir los hechos con detalle. En las grabaciones del sistema de seguridad del complejo se puede observar cómo el individuo se aproxima a Millu con un manojo de llaves en la mano. Antes de golpearla, gira la cabeza, supuestamente para comprobar que no está siendo observado. Luego, arremete contra el animal, causándole una grave hemorragia.

Las imágenes muestran también cómo el agresor permanece impasible ante el sufrimiento del animal, que agonizó durante casi un minuto sin recibir ayuda, mientras él la observaba sin intervenir. Este material ha sido clave para demostrar la violencia deliberada del acto y el grado de crueldad implicado.

Desde la entrada en vigor de la Ley 17/2021, los animales son considerados legalmente como “seres sintientes”, capaces de experimentar dolor y bienestar. Este caso vuelve a poner de relieve la necesidad de promover una convivencia respetuosa con los animales y sancionar con contundencia comportamientos que atentan contra su integridad.

El atestado instruido por la Guardia Civil remarca el carácter ético y cívico de esta responsabilidad colectiva. Las diligencias ya han sido remitidas al Juzgado de Guardia de San Bartolomé de Tirajana y a la Fiscalía de Medio Ambiente de Las Palmas, junto con las pruebas recabadas para su valoración penal.

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