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Tribunales

Un Policía Nacional de Agüimes es juzgado por supuesto abuso sexual a una menor

La Fiscalía pide seis años de cárcel para el funcionario por realizarle tocamientos a la hija de su expareja

El agente de la policía nacional acusado de abusar de la hija de su expareja durante el juicio en su contra

Un agente de la Policía Nacional de Agüimes fue juzgado este miércoles por supuestamente realizarle tocamientos de índole sexual a la hija de su expareja que tenía entre cinco y ocho años al momento de los hechos. La Fiscalía Provincial de Las Palmas solicitó una condena de seis años de prisión para el funcionario por un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años.

Este miércoles se celebró el juicio contra un policía nacional, de 50 años, vecino de Agüimes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas. La primera en deponer fue la víctima que ahora cuenta con 18 años y explicó ante el Tribunal que decidió interponer la denuncia después de acudir al psicólogo -a los 13 años- y recibir terapia para superar el bullying que sufría en la escuela. Fue durante las sesiones que recordó lo que le había pasado cuando era más pequeña. Sin embargo, «por vergüenza» optó por ocultarle a su madre los abusos que sufrió por parte del que ya era su expareja y fue la especialista quien le comunicó a la progenitora lo que le estaba sucediendo a su pequeña.

La joven declaró que los supuestos abusos ocurrían cuando se quedaba a solas con el acusado en la vivienda donde ella convivía con su madre y, en ocasiones, en el domicilio de él. «Recuerdo que me hacía tocamientos en el cuerpo y yo también a él», relató al tiempo que concretó a preguntas de la fiscal que «me tocaba mis genitales y el pecho». Según la víctima, su abusador «aprovechaba» cualquier momento en el que su madre salía a hacer la compra u otra actividad para aprovecharse de ella. 

El agente abusó, supuestamente, de la menor mientras estaban «en la habitación de mi madre, en el salón y también en la vivienda que él compartía con sus padres. Era cuando estábamos solos, aunque fuesen cinco minutos», apuntó. La afectada también explicó que no sabía a ciencia cierta cuantas veces la expareja de su madre le realizó estos tocamientos, ni las fechas exactas, aunque aseveró que fue en entre los años 2009 y 2011. Además, matizó que su progenitora no le permitía estar a solas con él mucho tiempo. 

La víctima narra que el acusado le tocaba sus genitales cuando su madre salía a hacer la compra

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Con respecto a cuando decidió contar lo que le estaba pasando, la joven añadió que fue a los 13 años «porque fui creciendo y recordando» lo que le había pasado. A raíz de rememorar todo entró en un «estado de estrés postraumático» y lo contó a su especialista. «Sufrí bullying y, a raíz de ese tratamiento, lo recordé. Sentía muchísimo miedo, me decía que no lo contase a mi madre, pero no era agresivo, sino que lo hacía como de una forma amistosa para que yo no sospechara que estaba mal», lamentó a la vez que explicó que hasta el día de hoy se encuentra bajo tratamiento psicológico ya que alegó que estos hechos le han afectado «en todo». «Siento un miedo constante de que me vuelva a pasar, ni siquiera puedo estar sola con un profesor», recalcó.

También narró, a preguntas del ministerio público, que en una ocasión ella estaba en casa con otra amiga de su edad por lo que se pusieron a jugar en el salón mientras el acusado estaba en el sofá. «Nos quedamos solas un momento con él y empezó a tocarse mientras nos veía», resaltó al tiempo que contó que desde que su madre y el policía rompieron no le volvieron a ver. La progenitora de la víctima sostuvo ante el magistrado presidente que mantuvo una relación sentimental con el acusado por casi tres años y que terminaron de manera amistosa. Por lo que se quedó anonadada cuando la psicóloga le comentó lo que supuestamente le había hecho a su hija. Igualmente expresó que quedó con el policía en que la menor no debía conocerle hasta pasado un año y, según ella, así fue.

El agente niega los hechos y asegura que luchará por demostrar su inocencia

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Para la perito, la versión de la víctima es coherente y no apreció durante las sesiones psicológicas que existiesen indicios de «mentira instrumental» en su relato de los hechos. El acusado, por su parte, negó rotundamente haber abusado de la hija de su expareja y añadió que cuando acudía a la casa de la progenitora de la denunciante, la menor se encontraba con su padre por lo que, dijo, que sólo se vieron de manera esporádica para salir a comer. «Voy a luchar hasta el final por mi inocencia, no voy a dejar que esta señora y su hija me destruyan mi vida por algo que no he hecho», insistió al tiempo que aseveró que «ella salía con otra persona y nunca me lo negó cuando se lo pregunté y dejé de verla». Mientras que su defensa pidió la libre absolución y el juicio quedó visto para sentencia.

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