El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha confirmado la condena a prisión permanente revisable y a otras dos penas que suman 39 años de cárcel al ciudadano alemán que en 2019 mató a su mujer y a uno de sus hijos e intentó acabar con la vida de su segundo vástago en una cueva ubicada en la zona alta de Adeje (Tenerife).

La Sala de lo Penal ha notificado la sentencia de apelación que, si bien confirma en su totalidad la pena impuesta a Thomas Handrick por la Audiencia Provincial, estima parcialmente el recurso de su defensa, solo en el sentido de suprimir la agravante de ensañamiento en el asesinato del niño que murió inmediatamente después de su madre, agredido con la misma piedra.

Así, ha concluido que no había pruebas para considerar acreditado que el acusado causó a su hijo un tremendo sufrimiento no necesario "de manera consciente", apunta en una nota.

El tribunal popular ya declaró al acusado culpable de un delito de asesinato con las agravantes de alevosía y parentesco en referencia a su hijo (por el que ahora se le impuso la pena de prisión permanente revisable), de otro delito de asesinato con la agravante de parentesco en referencia a su esposa (por el que se le condenó a 23 años) y de un tercero de tentativa de asesinato con las agravantes de alevosía y parentesco en referencia a su segundo hijo, por el que se le cargaron 16 años más de prisión.

Hijos de 10 y 7 años

De esta forma, la sentencia confirma como hechos probados que, en horas de la mañana del 23 de abril de 2019, en un paraje aislado del término municipal de Adeje cercano al camino de Ifonche a la Quinta, el acusado agredió a su esposa y, con intención de causarle la muerte, "la golpeó repetidamente con fuerza, empleando tanto sus manos como alguna piedra, hasta que consiguió que cayera al suelo en el interior de una cueva, momento en el que la golpeó con una piedra de unos ocho kilogramos y medio de peso hasta aplastarle el cráneo y provocar finalmente su muerte".

Añade que el acusado, con el fin de ejecutar tal hecho, había conducido a su esposa y a sus dos hijos, de diez y siete años de edad, intencionadamente a un lugar aislado donde no podían recibir ayuda alguna, "sin que tuvieran posibilidad de defensa efectiva".

Según el fallo, cuando el hijo mayor del acusado salió en defensa de su madre, fue "violenta y reiteradamente golpeado por su padre con las manos y utilizando piedras, hasta que el mismo cayó al suelo en el interior de una cueva".

Allí, el condenado le dio muerte de la misma manera que a su madre.

Agrega la sentencia que, tras presenciar que su padre agredía a su madre y a su hermano, el hijo menor del alemán "decidió huir del lugar, dejándolo el acusado, en la creencia de que no sobreviviría, dado su desconocimiento de un terreno angosto y solitario".

Además de las condenas penales, la sentencia impone al acusado diversas penas accesorias y le obliga a abonar indemnizaciones por valor de decenas de miles de euros.

El fallo de apelación es susceptible de recurso de casación ante el Tribunal Supremo.