La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a un hombre de nacionalidad extranjera a siete años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa con eximente incompleta de alteración mental grave y agravante de parentesco; y a seis meses de prisión por un delito de allanamiento de morada por intentar matar a su expareja en Corralejo (Fuerteventura) en octubre de 2020.

El fallo ha considerado probado que la pareja mantuvo una relación con convivencia durante cinco años en los que tuvieron dos hijos nacidos en 2015 y 2018 que finalizó en septiembre de 2020.

Posteriormente, el 16 de octubre de dicho año, se firmó la compra de una vivienda abonada por el varón y a nombre de la mujer, tras lo cual éste fue a la casa a ver a sus hijos, puesto que hacía una semana que no los veía.

Una vez que acostaron a los niños, la sentencia señala que comenzó una discusión "sin sentido" sobre temas de dinero y en la que la mujer le acusó de espiarla y de entrar en la vivienda sin su permiso, ante lo cual éste optó por irse de la casa.

Ya sobre las 00.00 horas, el hombre salió con una amiga pero alrededor de las 05.00 horas regresó a la casa y accedió sin el permiso de su expareja, fue al dormitorio y le clavó un cuchillo en varias partes del cuerpo con la intención de acabar con la vida de la mujer "o, al menos, se representó dicha posibilidad como probable, asumiendo que podía suceder".

Comenzó entonces un forcejeo en el que incluso la mordió en el cuello aunque la mujer consiguió arrebatarle el cuchillo, por lo que éste huyó de la vivienda. Con todo, la afectada precisó de diez días para la curación de la heridas.

Por su parte, el fallo recoge que, cuando cometió la infracción penal, el acusado sufría una depresión que, unida a la ingesta de alcohol, disminuía gravemente su capacidad de comprender o de querer, sin que se haya acreditado que actuó con total desprecio por la estabilidad emocional de los hijos de ambos.