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La justicia condena a seis meses de prisión al hombre que amenazó a la jueza Auxiliadora Díaz

El procesado emitió mensajes intimidatorios en redes sociales junto con fotografías de la jueza | "Te devolveré el regalo que me diste", llegó a postear

María Auxiliadora Díaz, magistrada del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer nº2 de Las Palmas de Gran Canaria Juan Carlos Castro

El juzgado de lo Penal número 2 de Las Palmas de Gran Canaria ha condenado a cinco meses y 29 días de prisión a un hombre que amenazó a través de mensajes en las redes sociales a la magistrada Auxiliadora Díaz después de que esta dictara una orden de prisión provisional en su contra, en el marco de una instrucción por un caso de violencia de género. También impone la medida de seguridad de internamiento en establecimiento adecuado a su alteración psíquica por periodo de dos años.

El hombre emitió a través de las redes sociales una serie de mensajes en los que criticaba la actuación de la magistrada en el desempeño de sus funciones, pero también otros con claro tono amenazante, según el fallo que se ha dado a conocer este viernes. En algunos de ellos podían leerse declaraciones como "Te voy a hacer una visita para devolverte el regalo que me diste y si no te lo daré en la calle" o "La realidad es que eres un ser bastante mala, por eso te importa una mierda y eres tan hija de puta que te alegras".

En otras ocasiones, acompañaba los mensajes con fotografías de la propia Díaz, y en una de ellas también de instantáneas de personajes de la película El conde de Montecristo, así como la portada del libro. Algo que no pasó desapercibido para la titular del juzgado de lo Penal nº2 de la capital, Mónica Oliva. "(La obra) Es conocido referente como historia de venganza por un encarcelamiento injusto", destaca en la sentencia.

"Su fijación con la magistrada era más que evidente", resalta el fallo

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El fallo reitera que, si bien es cierto que algunos mensajes son "meras opiniones", otros "constituyen verdaderas amenazas". Y que además esta actitud en contra de la jueza ha sido "persistente en el tiempo", en tanto en cuanto lleva alrededor de una década mostrando este talante, como quedó comprobado en una grabación de una llamada que hizo al 112 en 2011 en la que hablaba de cómo la jueza le había arruinado la vida al enviarle a prisión provisional. Documento que la jueza considera "muy relevante" porque "viendo lo que dice el encausado en situaciones en las que no está controlada su enfermedad, si ya tiene esos pensamientos, ninguna garantía existe que no pueda llegar a cumplir lo que dice si fuese a peor. Su fijación con la magistrada es evidente y que es su deseo acabar con su vida, también".

No niega los hechos

El condenado no negó en ningún momento durante la vista oral ser autor de los mensajes en redes, ni tampoco de unas notas manuscritas que se encontraron en su domicilio en el marco de otras diligencias seguidas contra su persona. Sí que lo hizo, no obstante, en relación con los mensajes vertidos en las redes sociales, los cuales afirmó que no iban dedicados a la magistrada, sino a la que fuera su pareja sentimental.

Sobre ello, dice la jueza titular, "ya tiene que ser verdadera casualidad que cuando realizaba esas opiniones o comentarios acerca de la magistrada en redes, con tanto ímpetu, con tanto fervor y tanto detalle, alguien entrara en su perfil y él aprovechara para supuestamente "colocarle un señuelo" como sostiene el mismo. Se excusa diciendo que cuando aparecen las expresiones amenazantes, junto con las opiniones, es porque se intercalaban con los otros mensajes, pero que no iban dirigidos a Auxiliadora Díaz, sino a su ex pareja. Ello es bastante difícil de aceptar dada su actitud, reiterada en los años, con respecto a la perjudicada denunciante".

Finalmente, la jueza rechaza apreciar la eximente completa de alteración psíquica como circunstancia atenuante que modifique la responsabilidad penal del acusado porque no considera "que exista una nulidad en la capacidad intelectual y volitiva del encausado como para apreciar la eximente alegada por la defensa". "No puede decirse que no supiera lo que hacía", concluye con contundencia.

Por todo ello, le condenó a cinco meses y 29 días de prisión, así como su internamiento, durante dos años, en un centro adecuado para tratar su alteración psíquica. Igualmente, impuso una orden de alejamiento de 10 kilómetros hacia la víctima, su domicilio, puesto de trabajo o cualquier otro lugar que suela frecuentar, así como cualquier forma de comunicación con ella por periodo de cinco años.

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