La Fiscalía de Las Palmas interesa una condena de 29 años de cárcel para el ciudadano de origen sueco Lars E. A., que en abril de 2019 mató, presuntamente, a su pareja a golpes en el apartamento en el que vivían en Puerto Rico, Mogán. El Ministerio público no solo ve un delito de asesinato, sino que también entiende que se han cometido uno de maltrato habitual y otro de lesiones en el ámbito de la violencia de género, en un caso que consternó a la vecindad del complejo del Sur de la isla y que será juzgado por un tribunal del jurado desde este lunes en la Audiencia Provincial

Los hechos se produjeron, según relata la Fiscalía, el 11 de abril de 2019, cuando el acusado «acometió contra ella brutalmente» y, de una paliza, acabó presuntamente con su vida. Este habría llamado posteriormente a los servicios de emergencia para contarles que su pareja sentimental, a quien conocía desde el año 2014 y con quien vivía desde hacía dos años, había fallecido por causas naturales. Al personarse los agentes de la Guardia Civil en el lugar se percataron que la víctima presentaba numerosos golpes y, tras iniciar la investigación, procedieron a detenerle. Desde el 13 de abril de ese mismo año se encuentra en prisión provisional por estos hechos, después de que el juez de guardia de San Bartolomé de Tirajana así lo decidiera.

En el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio fiscal, se explica que la pareja ya tenían problemas de convivencia prácticamente desde el momento en que se fueron a vivir juntos al apartamento de Puerto Rico, en el complejo Los Junquillos. Lars E. A., «con completo desprecio al vínculo sentimental que le unía a ella, a su integridad física y moral, pegó en repetidas ocasiones» a la víctima. Se ensañaba contra la mujer golpeándola en la cara, brazos y piernas, y empujándola contra la pared y el suelo del domicilio, agarrándola también por el cuello. Unos hechos que fueron en aumento hasta que sucedió el fatal desenlace. 

Agentes de la Guardia Civil entran al complejo el día después de los hechos. Juan Carlos Castro

Concretamente, señala Fiscalía, el 6 de junio de 2018, el acusado golpeó a su pareja sentimental estando ambos en el apartamento que compartían a base de puñetazos en la cara y en las extremidades. Con motivo de este «brutal ataque», la víctima sufrió un edema en la nariz y tuvo que ser trasladada en ambulancia a un centro de salud en el que tuvo que ser atendida por los sanitarios. Además, desde finales de ese mismo año, la mujer pasó a depender de la asistencia del hombre para poder trasladarse al sufrir un problema de movilidad que le limitaba a la hora de caminar. 

El día 11 de abril de 2019, el acusado, cuando se hallaba en su domicilio con su pareja sentimental y con «total desprecio» a la vida de esta, comenzó a golpearla con fuertes patadas y puñetazos en todas las partes de su cuerpo. Se aprovechó de la soledad del domicilio, de los problemas de movilidad y del estado de embriaguez en el que se encontraba la mujer. Según la Fiscalía, el atacante fue «consciente de que con sus reiterados ataques aumentaba el dolor de la víctima», impactando en cabeza, rostro, cuello, tórax, abdomen, brazos y piernas. Todo ello terminó cuando la agarró del cuello y presionó hasta asfixiarla y causarle la muerte. 

El Ministerio fiscal entiende que Lars E. A. «actuó con intención de causar la muerte a su pareja o, en cualquier caso, representándose que con tan peligroso acto, era altamente probable» provocarle el fallecimiento, «pese a lo cual no cesó o interrumpió» su acción, por lo que buscó en todo momento que la muerte se produjera efectivamente. Además, asevera en su escrito de acusación que cometió el crimen «como acto de dominación sobre ella, al considerarla un ser inferior»

Múltiples lesiones

Debido al presunto brutal ataque de su pareja, la víctima sufrió numerosas heridas en el cráneo, los órganos auditivos, los ojos, el cuello, la mandíbula o el tabique nasal. Igualmente, generó contusiones y hematomas en el esternón, la clavícula, las extremidades superiores e inferiores, las escápulas, la cadera, la tiroides. También señaló el informe forense durante la autopsia que la mujer sufrió edema pulmonar y hemorragias internas en numerosos órganos vitales. Si bien señaló como causa de la muerte la asfixia mecánica por estrangulamiento. 

Por todo ello, el Ministerio público interesa una pena de 25 años de prisión por un delito de asesinato, así como la medida de libertad vigilada durante diez años después de cumplir su condena. A esto le añade tres años más de privación de la libertad por un delito de maltrato habitual y un año de cárcel por la infracción del artículo 153.1 del Código Penal, lesiones en el ámbito de la violencia de género. Ello irá acompañado de la privación del derecho de tenencia y porte de armas por un periodo de cinco años. 

Asimismo, y en concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía solicita una indemnización por valor de 100.000 euros a los herederos de la víctima. El juicio tendrá lugar desde este lunes, y durante los próximos días, ante un tribunal del jurado con la presidencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.