El hombre que mató a su exmujer en La Isleta: "No quería que sufriera y por eso cogí la almohada. Yo la quería"

El acusado ha indicado que días antes se le había pasado por la cabeza matarla porque no encontraba solución a la situación, pues debido a las restricciones provocadas por la pandemia no sabía a quién recurrir

El hombre que asfixió el 4 de abril de 2020 en Las Palmas de Gran Canaria a su exmujer, una anciana de 77 años enferma, de la que cuidaba, ha negado este lunes ante el Jurado que lo juzga por asesinato que quisiera acabar con su vida: "Exploté", ha alegado, "la situación me desbordó" tras tres semanas de confinamiento por la pandemia de coronavirus.

El procesado, José Marcial P.A., que se enfrenta a 22 años de cárcel, si bien su defensa pide cinco años por entender que se trató de un homicidio, ha afirmado entre sollozos que el confinamiento le afectó mucho y que quería a Encarnación G.P. "Era la mujer de mi vida", ha dicho.

Sin embargo, ese día, tras no lograr calmarla de las molestias que sufría a causa de la dentadura postiza, cuando estaba sentada en la cama, la agarró con un brazo por el cuello y con el otro se ayudó de una almohada para asfixiarla, ha detallado.

"Fue una cosa rápida, no quería que sufriera y por eso cogí la almohada", ha explicado el procesado, quien se ha reprochado su proceder: "Fue por detrás, a traición", como un "cobarde".

El acusado ha indicado que días antes se le había pasado por la cabeza matarla porque no encontraba solución a la situación, pues debido a las restricciones provocadas por la pandemia no sabía a quién recurrir, y ha lamentado la decisión que tomó el 24 de diciembre de 2919 de sacar a Encarnación de la residencia para cuidarla él en su casa, situada en el barrio de la Isleta de la capital grancanaria.

Según su relato, esa decisión se debió a "un arrebato" porque "vio cosas" que no le gustaron sobre la atención que recibía en la residencia, donde era atendida por la enfermedad de Alzehimer que padecía y sus problemas con el alcohol.

José Marcial P.A. ha negado que tuviera sentimientos de superioridad y dominación sobre su exmujer, como sostienen el Fiscal de Violencia de Género y la acusación que ejerce el Instituto Canario de Igualdad. De acuerdo con su versión, a Encarnación "no había quién la dominara" porque tenía "mucho carácter, era extraordinaria".

Además, ha indicado que tras acabar con la vida de su exmujer bajó al portal de la casa y llamó por teléfono a la Policía y reconoció su crimen.

"Mire, acabo de matar a mi mujer, la asfixié... porque es una persona que está... ansiosa, tiene enfermedad ansiosa y no he podido más ya, está toda la noche ansiosa y ansiosa y no podía más ya", según recoge la transcripción de la conversación telefónica que figura en el escrito de acusación.

El fiscal Jesús Lomba reclama una condena de 22 años de cárcel por entender que se trata de un delito de asesinato en el que concurren las circunstancias agravantes de parentesco y de superioridad de género y la atenuante de confesión, al igual que la abogada del ICI, Inmaculada Quevedo.

La abogada de la defensa, Dara Lorenzo, califica los hechos como un homicidio en el que concurren los atenuantes de confesión y de arrebato u obcecación.

El juicio continuará este martes en la Audiencia de Las Palmas con la declaración de los policías que intervinieron en la detención del acusado.