Cinco años de cárcel por violar a una mujer en un local abandonado de Vega de San José

Las partes llegan a una conformidad durante el juicio, rebajando la Fiscalía su petición inicial en tres años

El condenado, en primer plano a la izquierda, junto a su intérprete durante el juicio.

El condenado, en primer plano a la izquierda, junto a su intérprete durante el juicio. / | lp/dlp

Un hombre ha sido condenado en firme este jueves a cinco años de cárcel por violar a una mujer en un local abandonado en la Vega de San José, Las Palmas de Gran Canaria, la noche del 10 de enero de 2020. La defensa y la acusación particular llegaron a un acuerdo con la Fiscalía antes del inicio de la vista oral en su contra, que se celebró en la Audiencia Provincial de Las Palmas, por la que se rebajó la pena inicial que solicitaba el Ministerio público, de ocho años de privación de libertad. El joven encausado admitió los hechos tal y como los expusieron los escritos de acusación.

La fiscal Cristina Coterón modificó sus conclusiones finales en virtud de una conformidad que se estuvo negociando hasta minutos antes de dar comienzo la sesión, presidida por el magistrado de la Sección Segunda Pedro Herrera. Así, por un delito de agresión sexual con penetración, solicitó una pena de cinco años y un día de cárcel, rebajando en tres años su petición inicial ante la predisposición del acusado a reconocer los hechos. Igualmente, interesó una orden de alejamiento respecto de la víctima y cualquier lugar que frecuente por duración de diez años y una medida de libertad vigilada, una vez salga de prisión y siempre que permanezca en el país, de seis años.

Pendiente del asilo

Las partes se adhirieron a estas conclusiones finales de Fiscalía, por lo que el tribunal dictó sentencia in voce en el mismo acto del juicio, siendo notificada al acusado, natural de Sierra Leona, por un intérprete. Este aceptó la relación fáctica -los hechos por los que se le condena-, la calificación jurídica y la condena impuesta, y las partes comunicaron su decisión de no recurrir el fallo judicial, por lo que este fue declarado firme.

La fiscal Cristina Coterón, a la izquierda, y la abogada de la acusación particular, Pino de la Nuez, a la derecha, durante el juicio

La fiscal Cristina Coterón, a la izquierda, y la abogada de la acusación particular, Pino de la Nuez, a la derecha, durante el juicio / LP/DLP

En la resolución del caso, el tribunal admitió todos los puntos de las conclusiones finales de la fiscal, excepto en la petición de expulsión del país del condenado una vez cumpla dos tercios de su condena de prisión. En este último aspecto, el tribunal está pendiente de la resolución de la petición de asilo que ha hecho al país para poder permanecer en él, ya que se encuentra en situación irregular.

La víctima opuso resistencia

Los hechos sucedieron a últimas horas del día 10 de enero de 2020 en un local abandonado en el número 32 de la calle Málaga de la capital grancanaria que hacía las veces de asociación de vecinos, pero que se encontraba abandonado en ese momento, pero que era utilizado como lugar donde se alojaban personas en situación de calle. Esa noche, según relata el Ministerio público en su escrito, el condenado, identificado con las iniciales D. L. B., indicó a la víctima que se sentara en un sofá para, mientras rodeaba su cuello con una mano, quitarle con la otra un zapato y la pernera del pantalón, separarle las bragas y chupar sus genitales. La mujer opuso resistencia empujando a su agresor con la pierna mientras pedía ayuda, pero este continuó con su proceder.

De hecho, continúa el relato fáctico la fiscal, el joven volvió a agarrar, esta vez con más fuerza, a la mujer, que llegó a sentir que le faltaba el aire para respirar por lo que decidió dejar de oponer resistencia. Entonces, el condenado tuvo más facilidad para penetrarla vaginalmente, levantarla a la fuerza del sofá, ponerla de pie, hacerla agacharse y penetrarla analmente.

Secuelas

A consecuencia de esta agresión sexual, la víctima sufrió un "menoscabo consistente en lesión aguda-eritema en la zona cervical lateral izquierda, así como alteración del sueño y prescripción de tratamiento psicológico", según el reconocimiento que le practicó un médico forense.

El condenado se encuentra privado de libertad desde que fue detenido al día siguiente de los hechos, el 11 de enero, y se encuentra en prisión provisional desde el 13 de enero, cuando pasó a disposición judicial y se tomó esa medida.

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