Mogán

Dos jóvenes relatan episodios de abuso sexual del padre de una amiga en Mogán y este los niega

El acusado afirma que se trata de denuncias falsas y las justifica en problemas mentales y económicos de las víctimas

El acusado declara ayer ante el tribunal.

El acusado declara ayer ante el tribunal. / | lp/dlp

Un hombre se enfrentó este miércoles a un juicio en su contra por delitos de abuso sexual contra dos jóvenes -menores de edad en el momento de los hechos- que eran amigas de su hija. Las víctimas insistieron en que el acusado les tocó los senos y la vagina cuando se quedaron a pasar la noche en su vivienda en Mogán: una de ellas en una única ocasión, pero la otra «en varios momentos» que no pudo concretar entre los años 2013 y 2015. Sin embargo, este negó los hechos al tiempo que aseguraba que se trataba de denuncias falsas, alegando «problemas psicológicos» en una de las chicas y una supuesta cuestión de dinero «muy difícil de explicar» en la familia de la otra.

Antes de practicarse la prueba, el abogado de la defensa solicitó la suspensión del juicio por dos cuestiones. Por un lado, porque no pudo analizar los informes psicológicos y médico de las dos víctimas que denunciaron los hechos, lo que vulnera, en su opinión, el derecho a la tutela judicial efectiva. Por otro, porque entiende que las pruebas que sustentan el auto de paso a procedimiento abreviado no son válidas al considerarlas extemporáneas. Sin embargo, el tribunal rechazó ambos planteamientos. El primero, porque se debería haber solicitado antes. El segundo, porque todas las periciales se pidieron en la fase de instrucción aunque luego se hubieran dilatado los resultados.

Tocamientos

Las dos chicas explicaron ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas que el hombre realizó, presuntamente, tocamientos en distintas partes de su cuerpo mientras creía que se encontraban dormidas. Así, narraron "caricias" en los senos y la vagina. Y aseguraron que no se trataba de algo fortuito. Además, coincidieron a la hora de describir que el hombre solía realizar estos hechos llevando una toalla enrollada a la cintura para taparse la parte inferior de su cuerpo.

El abogado de la acusación particular, en primer plano, y el fiscal de la causa, detrás, durante el juicio.

El abogado de la acusación particular, en primer plano, y el fiscal de la causa, detrás, durante el juicio. / LP/DLP

El acusado, de origen noruego, al igual que las víctimas, rechazó las acusaciones al tiempo que indicó que "nunca" entraba en el dormitorio en el que dormían las menores cuando se quedaban en su casa. Solo admitió haber entrado en el cuarto la noche del 8 de enero de 2017 -momento en el que una de las víctimas sitúa los episodios- para "arropar" a su hija, que padece una enfermedad por la que tiene problemas respiratorios y que necesita una constante supervisión. Y afirmó que ha necesitado tratamiento psicológico estos años porque "la situación era muy desagradable y yo soy inocente".

Verosimilitud en los detalles

Por su parte, el guardiacivil que actuó como secretario en una de las denuncias interpuestas por las víctimas -concretamente la que relató varios episodios de abusos sexuales- aseveró que su relato le pareció "verosímil" por los "detalles que dio de los hechos".

El abogado de la defensa, en un momento del juicio de este miércoles.

El abogado de la defensa, en un momento del juicio de este miércoles. / LP/DLP

En otro orden de cosas, el agente de la Benemérita también manifestó que llamaron a las autoridades noruegas para conocer el historial del acusado en su país natal, y que les notificaron otro caso similar, aunque que tuvo como víctima a una persona mayor de edad.