“Sí, clavé el cuchillo a mis padres”: un asesino reconoce un parricidio bajo los efectos de las drogas

Los hechos ocurrieron el pasado 11 de marzo de 2020, sobre las 23.00 horas, después de que se enzarsaran en una discusión

Juicio por parricidio en Tenerife

Televisión Canaria

En una sorprendente declaración durante el segundo día del juicio, el hombre acusado de matar a sus padres en San Miguel de Abona, Tenerife, en 2020, admitió su culpabilidad. En la primera jornada del juicio, el acusado había expresado dudas sobre si él había sido el responsable del homicidio debido a los efectos de la medicación que estaba tomando.

Sin embargo, este martes, a petición propia, el acusado declaró: "Sí, clavé el cuchillo a mi madre y a mi padre", en respuesta a las preguntas de su abogada. Este reconocimiento del crimen podría llevar al jurado popular a emitir su veredicto mañana mismo.

El veredicto deberá determinar si se aplican atenuantes como la drogadicción, la confesión voluntaria y los agravantes de parentesco, alevosía y ensañamiento.

Según los informes forenses, el crimen se consumó con siete puñaladas a cada una de las víctimas utilizando un cuchillo de quince centímetros de hoja, además de un intento de degollamiento. El modo en que se llevó a cabo este último acto era similar al utilizado en el sacrificio de animales, ya que el acusado tenía experiencia en actividades agrícolas y de crianza de animales junto a sus padres.

Problemas con las drogas

Desde el principio, los hijos del matrimonio estaban convencidos de que su hermano era el responsable del crimen debido a sus problemas con las drogas, que se habían agravado en los últimos días, llevándolo a exigir constantemente dinero a sus padres.

Durante la investigación y el arresto del acusado, los efectivos policiales confirmaron que acudieron a la vivienda el 12 de marzo de 2020, después de recibir una llamada de los otros dos hijos de las víctimas, quienes habían intentado contactar sin éxito con sus padres. Desde la ventana, se podía ver el pie de la madre, que posteriormente se descubrió que estaba sobre un gran charco de sangre, y siguiendo las huellas se llegaba al cuerpo sin vida del padre, desnudo, en un cuarto de aperos.

Pruebas

Las pruebas también señalaron que el acusado consumió al menos medio gramo de crack antes del crimen. Sin embargo, los agentes no encontraron restos de drogas en la casa.

Se espera que el juicio continúe con más testimonios y pruebas para determinar la culpabilidad y la sentencia del acusado. No se descarta que se presenten trastornos de personalidad como parte del perfil psicológico del acusado, aunque los peritos afirman que tenía plena capacidad para saber lo que hizo y evitarlo.