Las Palmas de Gran Canaria

La menor que denunció una violación afirma que su agresor le había ofrecido ser su 'sugar daddy'

El primo de la chica asegura que todo el proceso fue un complot para cobrar una paga por ser víctima de violencia de género | La Fiscalía rechaza esta versión al no "ampararse en pruebas" y mantiene su petición de 14 años de cárcel

El acusado de violar a una menor en su casa declara, ayer.

El acusado de violar a una menor en su casa declara, ayer. / | lp/dlp

La menor que denunció una presunta violación de un hombre en una vivienda del barrio de San José, en Las Palmas de Gran Canaria, indicó este jueves ante el tribunal que juzga los hechos que el acusado, antes de la presunta agresión sexual, le ofrecía ser su sugar daddy, es decir, ofrecerle regalos como un teléfono móvil a cambio de satisfacer sus deseos sexuales cuando se lo pidiera. El acusado, en cualquier caso, negó conocer a la víctima y defendió su inocencia, si bien la Fiscalía mantuvo su petición de condena.

La víctima contó al tribunal de la Audiencia Provincial de Las Palmas que tenía buena relación con su primo y que por ello solía acudir a su casa algunos fines de semana, y cuando su padre y ella discutían. Sin embargo, su familiar, al igual que el acusado, negó que la menor hubiera ido a la vivienda en algún momento. Preguntados sobre cómo podía ser, entonces, que conociera su distribución, el procesado argumentó que podía ser porque llevaba años tratando de vender el inmueble en un portal web y que pudo haber visto ahí las fotos.

El fiscal del caso, X X, durante la celebración del juicio.

El fiscal del caso, Pedro Gimeno, durante la celebración del juicio. / LP/DLP

Según la menor, que contaba con 13 años en el momento en que sucedieron los hechos, ella se negó al juego de sugar daddy que le proponía el acusado y lo dejó pasar porque pensaba que no era algo que tuviera que denunciar, pero le estuvo insistiendo en ese tema durante semanas, preguntándole también detalles íntimos aunque sin ir más allá.

"Confié en él porque tenía una hija pequeña"

Pero en un momento determinado, explicó, el acusado dio un paso más. Una tarde que llegaron de la playa, fue a bañarse y el acusado le dijo que se acercara a su habitación un momento. Una vez allí le dijo que creía que estaba embarazada y que él tenía la herramienta para que abortara. "Confié en él en ese momento, porque tenía una hija pequeña y no pensé que fuera a hacerme algo así", respondió al fiscal. Detalló cómo el que era padrastro de su primo le dijo que se acostara boca abajo en la cama y se desnudara de cintura para abajo, cómo le puso un cojín sobre la cabeza y como al cabo de unos instantes sintió una presión "muy dura" que empezó a dolerle. Al darse la vuelta, le vio encima de ella mientras le penetraba vaginalmente. Al revolverse para quitárselo de encima, le agarró de la nuca y no cejó en su ataque, hasta que ella le empujó y pudo zafarse para huir hasta el baño. Mientras se duchaba, el procesado entró y le dijo que tenía que limpiarse "lo que usó" y, por el espejo, vio cómo se aseaba el miembro viril.

El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas, junto al fiscal, en la parte derecha de la imagen, durante el juicio

El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas, junto al fiscal, en la parte derecha de la imagen, durante el juicio / LP/DLP

El acusado contó que su hijastro le pidió perdón, tanto en persona como por mensaje de WhatsApp, por haber testificado en su contra durante la instrucción porque "se sentía culpable". Le explicó que se sintió "presionado" por su prima y la pareja de esta porque todo estaba premeditado para intentar sacarle dinero a su padrastro, y que esa conversación se produjo "a pocos días de la denuncia policial".

Diferencias entre el fiscal y la defensa

El fiscal no varió ni un ápice sus conclusiones y consideró el relato de la víctima claro, contundente y consistente en el tiempo, interesando una sentencia condenatoria para el acusado. Sobre las versiones del acusado y del primo de la víctima, aseguró que no existen pruebas que confirmen, ni que quisieran una paga y por eso denunciaran, ni que existiera esa presión para que el testigo declarara en contra de su padrastro, sobre todo si, tal y como dice, se lleva bien con él. El Ministerio Público interesa una pena de 14 años de prisión por estos hechos. "Sabemos que es elevada, pero la gravedad de los hechos merece una gran pena", concluyó ante el tribunal.

Por su parte, el abogado defensor resaltó las "muchas contradicciones" en las que ha incurrido, en su opinión, la menor durante todo el proceso desde que presentó la denuncia ante la Policía. Solicitó la libre absolución de su cliente porque las diferencias en la versión de los hechos "impiden que se desvirtúe por sí sola la presunción de inocencia". Entiende que la prueba de caro única que se llevó a la vista oral no es suficiente porque "no es creíble" y porque parece existir un "motivo espurio" detrás. El juicio quedó visto para sentencia.