Un individuo enfrenta una solicitud de pena de 18 años de prisión por parte de la Fiscalía de Cantabria debido a su implicación en un caso de agresión sexual y dos casos de abuso sexual. La acusación sostiene que el acusado violó a una de sus hermanas y abusó sexualmente de otra hermana y de una amiga de esta última. El Ministerio Público solicita una condena de doce años de prisión para el acusado por el primer caso, mientras que por los dos casos de abuso sexual pide seis años de prisión y una multa de 4.800 euros, respectivamente. Además, se considera la circunstancia atenuante de la responsabilidad penal debido a que el acusado estaba bajo los efectos del alcohol.

El juicio está programado para llevarse a cabo este martes a partir de las 10:15 horas en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, según lo informado por el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad autónoma. Según la acusación fiscal, el primer incidente ocurrió en 2016 cuando el acusado se encontraba en la casa de una amiga después de una noche de fiesta. Estaba en la misma habitación que su hermana y, con la intención de satisfacer sus deseos sexuales, se abalanzó sobre ella mientras estaba boca abajo. El acusado la sujetó fuertemente de los brazos y la penetró vaginalmente, llegando a eyacular en su interior. A pesar de los intentos de la mujer por liberarse, no pudo hacerlo debido a la fuerza con la que la sostenía. Como resultado de este incidente, la mujer quedó embarazada y, un mes más tarde, tuvo un aborto.

El segundo incidente ocurrió en 2019, cuando otra de las hermanas del acusado estaba durmiendo en la misma cama con su hijo pequeño. Nuevamente, el acusado, con la intención de satisfacer sus deseos sexuales, se metió en la cama y comenzó a realizar actos sexuales en su hermana, hasta que esta última se despertó y lo echó de la habitación.

Además, en 2021, el acusado se encontraba con una de sus hermanas y una amiga de esta mientras ambas dormían. Comenzó a tocarlas de manera lasciva hasta que se despertaron y lo expulsaron de la habitación. Según la Fiscalía, el consumo de alcohol justo antes de estos incidentes explicaría el comportamiento "desinhibido" del acusado y la "afectación parcial en grado leve de sus facultades volitivas, manteniendo la conciencia y discernimiento de sus actos".

En términos legales, los hechos mencionados constituyen un delito de agresión sexual y dos delitos de abuso sexual, con la consideración de la circunstancia atenuante de estar bajo los efectos del alcohol. La pena solicitada asciende a doce años de prisión por el delito de agresión sexual, seis años por el delito de abuso sexual con acceso carnal y una multa de 4.800 euros por los actos de tocamientos.