El hombre procesado por agredir sexualmente a su hija de 13 años y por enseñarle vídeos de contenido pornográfico a esta y a la hija de su pareja, de 15 años, ha admitido los hechos delictivos en la segunda sesión de la vista oral, celebrada este lunes ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas. Las acusaciones solicitaban hasta 19 años de prisión al atribuirle la autoría de un delito de exhibición de material pornográfico a menores y dos delitos de agresión sexual a una menor de 16. Finalmente las partes han llegado a un acuerdo por el que el encausado cumplirá 11 años y seis meses de prisión, después de sustituir la petición de prisión del primer delito por una multa y de agrupar los dos segundos como un único caso de agresión sexual continuada, pues los hechos tuvieron lugar con pocos días de diferencia.

El Tribunal, presidido por el magistrado Pedro Herrera Puentes, ha adelantado el fallo de una sentencia condenatoria tanto por la declaración del autor de los hechos, identificado con las iniciales M. J. M. G., como por lo que tachó como una "abrumadora prueba" en su contra. El magistrado se basa en los informes de los cuatro peritos que examinaron a la menor, en los testimonios de las víctimas durante la fase de instrucción, así como en lo declarado por sus madres y por el personal del centro escolar donde una de las jóvenes confesó lo ocurrido.

"Reconozco todos los hechos y, si me lo permite la sala, me acojo a la conformidad", aseveró el procesado de forma impasible ante las preguntas del fiscal, José Antonio Blanco. En una breve intervención, se abstuvo de disculparse por lo ocurrido ante su expareja y madre de una de las víctimas, que estaba presente en la sala. "Su padre le decía que es lo que se hacía en todas las casas y que no tenía que decirlo", declaró la misma en la primera sesión de la vista oral, que tuvo lugar el 13 de septiembre.

El fiscal: "La menor se encontraba en estado de ‘shock’, como si estuviera a bordo de un avión"

La primera vez que la madre de la joven de 13 años tuvo conocimiento de lo ocurrido fue cuando recogió a su hija del colegio, en marzo de 2022. En ese momento la menor le confesó que su padre le había puesto lubricante en la vagina, aunque no quiso entrar en más detalles. La primera reacción de su progenitora fue llamar al autor de los hechos para confrontarlo y este lo admitió, aunque justificó "que solo lo estaba haciendo para enseñarla, pero que si le molestaba pararía". Al día siguiente ambas se dirigieron al cuartel de la Guardia Civil de San Mateo para presentar la denuncia.

"La menor se encontraba en shock, como si estuviera a bordo de un avión, y en un primer momento no es que no recordara todo lo ocurrido, sino que no quería hacerlo", explicó el fiscal sobre la primera declaración que ofreció en comisaría. Poco tiempo después la joven se preocupó porque no le bajaba la regla y, ante las preguntas de su madre, confesó que la situación había llegado a más. La declaración de la víctima recoge cómo M. J. M. G. le pidió que le acompañara al baño de su vivienda, donde le pidió que se desnudara, le puso lubricante y le lamió sus partes íntimas. Después le enseñó en su móvil un vídeo sexual, se masturbó frente a ella y le tapó la cara con una camiseta para penetrarla.

Pesadillas con su padre

Desde ese momento "tiene pesadillas con ver a su padre en la puerta de su habitación", aseguró su madre ante los magistrados. El fiscal argumentó, en sus conclusiones finales, que la pequeña tenía a su padre como un referente, por lo que le embargó un sentimiento de ambivalencia a la hora de revelar lo ocurrido.

La hija de la pareja del acusado, de 15 años, también confesó lo que había pasado a sus amigas en el centro escolar donde estudiaban. Estas le recomendaron que se lo contara a algún profesor, por lo que reveló ante los docentes cómo su padrastro había abusado de la que consideraba como su hermana en el baño de la vivienda donde convivían. También reveló que a ella misma le había mostrado vídeos de índole sexual y que había llegado a entrar en el baño mientras se duchaba.