Tribunales

Unas llaves de coche olvidadas dieron con la presunta banda de secuestradores de Pozo Izquierdo

Los agentes explican en el juicio que esta pieza fue clave para dar con los nombres de los acusados y poder practicar medio millón de intervenciones telefónicas que revelaron su vinculación con los hechos

Los acusados, de espaldas, en la segunda vista del juicio celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial de Las Palmas.

Los acusados, de espaldas, en la segunda vista del juicio celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial de Las Palmas. / B. M.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Unas llaves de coche olvidadas en el escenario del crimen fueron la pieza clave para dar con los nombres de los cinco hombres acusados de hacerse pasar por policías para secuestrar a una pareja en Pozo Izquierdo y robar 34.000 euros de su vivienda el 20 de enero de 2019. Agentes de la Guardia Civil declararon este miércoles en el juicio que se sigue en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas que recibieron las llaves por parte de los residentes de la vivienda asaltada, los cuales vieron cómo sus supuestos agresores las habían dejado atrás en plena huida. Los informes solicitados a la compañía del vehículo centraron las pesquisas sobre un grupo de cinco personas y la geolocalización de las líneas móviles y medio millón de intervenciones telefónicas revelaron su supuesta vinculación con los hechos.

La vista oral continuó este miércoles con las declaraciones de los agentes que practicaron las diligencias de investigación. Uno de ellos señaló que empezaron a indagar en el caso la misma noche de los hechos, cuando recibieron de forma paralela la denuncia de una de las víctimas del secuestro (su acompañante no presentó cargos) y del hermano de este y su amigo, que estaban viendo una película en su domicilio cuando fueron sorprendidos por la presunta banda, que les dijeron que eran policías y tenían que registrar la vivienda.

Los actos supuestamente delictivos tuvieron lugar en un margen de unas seis horas, aproximadamente entre las diez de la noche del día 20 y las dos de la madrugada del 21. Las antenas a las que se conectaron los teléfonos móviles de los acusados Jonay M. R., Aridane L. Q., Rayco A. G., Roberto Salvador A. G. y Joel P. H. indican que durante esa noche se desplazaron entre tres puntos distintos de la Isla: Pozo Izquierdo, La Montañeta y Vecindario.

La investigación erró en un principio al centrarse en un sospechoso con un coche similar

El hecho de que la mayor parte de los presuntos secuestradores aparecieron con el rostro tapado por pasamontañas, sumado a que era de noche y una de las víctimas perdió completamente la visión, dificultó averiguar sus paraderos. Por tanto, la pista fundamental para los investigadores fueron las llaves del vehículo que aparecieron en la vivienda. Los agentes solicitaron información a la compañía de coches para que le indicara qué vehículo podía abrirse y arrancarse con esas llaves. Sin embargo, fruto de un malentendido, la compañía les pasó un listado de 113 modelos que se podían abrir con el mando del coche, aunque solo uno de ellos se podía poner en marcha con la llave.

En ese listado apareció un coche matriculado en Vecindario y su titular se convirtió rápidamente en uno de los sospechosos. Comprobaron las antenas a las que se conectaron sus dos líneas de teléfono móvil en ese margen de seis horas y comprobaron que una de ellas había hecho dos veces el recorrido del descampado de Las Palmas de Gran Canaria a Vecindario y viceversa, por lo que fue detenido. Sin embargo, este manifestó que, aunque era el titular de esa línea, se la había regalado a un amigo suyo que era el que hacía uso del móvil. Una llamada de teléfono saliente desde Marruecos por esa línea, mientras el investigado estaba en Gran Canaria, lo apartó de la investigación. Además, las llaves localizadas solo servían para abrir las puertas de su coche, pero no para ponerlo en marcha.

Cinco sospechosos

Los agentes solicitaron a la compañía de vehículos una nueva relación en la que se incluyeran únicamente los coches que podían abrir y arrancar con las llaves encontradas y fue ahí cuando aclararon que solo había un modelo que cumplía dichas características. Este pertenecía a la pareja de uno de los cinco acusados. Las consecuentes intervenciones telefónicas, que según los investigadores fueron medio millón, es la pieza que sostiene la acusación contra el resto de miembros de la presunta banda y se reproducirá parcialmente al final del juicio.

Las defensas mantienen que las intervenciones telefónicas no estaban justificadas

Las defensas reclamaron al arranque de la vista oral que se declararan nulas las pruebas practicadas en fase de Instrucción porque sostienen que se solicitó la intervención de llamadas a un número ilimitado de personas y atentó contra los derechos fundamentales de sus defendidos, que en aquel momento aún no estaban imputados en la causa. Solicitan la impugnación de los autos de la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 1 de San Bartolomé de Tirajana que autorizaban dicha medida y la llaman a declarar frente al tribunal el próximo lunes, que será cuando continúe y previsiblemente concluya el juicio.

También declararon durante la segunda sesión de la vista oral los peritos que examinaron a la víctima y que tasaron el valor de los teléfonos móviles sustraídos. La médico forense de oftalmología explicó que solo pudieron valorar las afecciones que tuvo la víctima en la vista por la presunta agresión con base en informes médicos anteriores a 2013, seis años antes de la fecha de los hechos. Considera que "es probable o posible que haya habido un empeoramiento fruto de la contusión", pero no descarta por completo que pueda derivar de un empeoramiento de la patología que padecía desde los siete años.

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