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Entrevista | Antonio Herníquez Jiménez

"Cairasco merece una edición más cuidada y fidedigna"

"Se precisa haber transitado la extensa obra de Cairasco y conocer cómo construye sus escritos para poder vislumbrar ciertas lecturas", explica el editor de la 'Comedia que se hizo al obispo don Cristóbal Vela, año 1576'

"Cairasco merece una edición más cuidada y fidedigna"

¿Nos podría decir, en síntesis, por qué ha permanecido inédita hasta hoy esta obra de teatro de Cairasco?

Creo que por la dificultad de la lectura de un manuscrito que se presenta con una letra recta, muchas abreviaturas, omisión de palabras, repetición de algún verso, algunas partes en latín no muy claro, sin separación de las estrofas, etc. El copista debió escribir al dictado y parece que tenía problemas de audición. Se precisa haber transitado la extensa obra de Cairasco y conocer cómo construye sus escritos para poder vislumbrar ciertas lecturas. Yo me he empeñado en demostrar que mucho de lo que dice Cairasco en la Comedia se leerá en su obra posterior, de ahí las múltiples notas añadidas que lo prueban. Este trabajo había que hacerlo ya que el manuscrito aparece sin autor. Se decía que era de Cairasco solamente por los esdrújulos que contiene y por desarrollarse en Canarias. Hay que decir que los prolegómenos de la obra se publicaron en 2007. Como se prometía entonces un trabajo de investigación donde aparecería la obra entera transcrita, los estudiosos no se preocuparon por transcribirla, en espera de tal trabajo, que nunca ha aparecido. Yo la he ido leyendo poco a poco, mientras elaboraba la edición anotada del Templo militante.

¿Cuál sería la importancia de esta pieza dentro de su teatro?

En primer lugar, y ya lo señalaron sus primeros estudiosos, conocer los prolegómenos de una representación de su estilo: la ceremonia visual y auditiva de lo que sucedía en el recibimiento de un obispo, que culminaba en una representación teatral. Hay que acudir al profesor Rafael Fernández Hernández que publica la introducción y comenta "los elementos espectaculares" en ella contenidos. En segundo lugar, constatar el empeño de su autor en hablar de algo que le debía estar reconcomiendo: las dificultades y trabas que se ponían a la gente de la tierra que quería prosperar en la vida social y no podían demostrar su limpieza de sangre. Un hermano suyo había desaparecido de las Islas trasladándose a las Indias hacía poco tiempo, por habérsele incoado expediente de limpieza de sangre al pretender un cargo mayor que el de alguacil del Santo Oficio de la Inquisición. Y de un modo comedido pone Cairasco a discutir a las seis virtudes que dice posee el nuevo obispo: seis elementos poco avenidos, como son Linaje y Menosprecio, Ciencia y Simplicidad, Humildad y Dignidad, hasta que aparece como deus ex machina la virtud de la Concordia, que logra acabar con las discusiones e insultos, y hace que trabajen en común.

La 'Comedia' que se hizo al obispo don Cristóbal Vela, año 1576 es un recibimiento hecho por el poeta canario a este obispo, tal y como hará unos años después con el obispo Rueda. A su juicio, ¿cuáles serían las similitudes y diferencias entre ambos recibimientos?

Cairasco demuestra en su obra entera conocer mucho teatro. En su etapa de formación vería y leería todo lo que se ofrecía en cualquier tablado o libro. Hay que ponerse en la época y considerar que el teatro era entonces lo que el cine o la televisión en la nuestra. Como conocedor de lo que se hacía, buscaba sorprender al auditorio con novedades y así captar su atención para que recibiera el mensaje que quería transmitir; y lo hace en las dos obras, aparte de otros elementos comunes. Invención es la palabra clásica adecuada para esto. En esta Comedia, pone a un niño-pastor a hablar de alta teología antes de comenzar, y a decir cómo las siete islas de Canaria le ofrecían al nuevo obispo un ramo del producto más característico de cada una. Mientras lo decía en alta voz, los espectadores verían y tomarían parte en esa procesión o teoría. El apellido del nuevo obispo, Vela, le servirá para agotar los significados del término. En el recibimiento del obispo Rueda acudirá Cairasco al mismo juego con el término rueda.

¿Se palpa una mayor importancia en el recibimiento conocido de 1582?

Lo que pasa es que en esta última la invención es de más enjundia y más atrevida que en la anterior. Resucitar y sacar a escena como recibidor del nuevo obispo a uno de los perdedores de la no muy lejana conquista castellana, como es Doramas (anunciado ya, de alguna forma, por el niño-pastor de la Comedia a Vela), sí es reclamo para captar fuertemente la atención y reflexionar sobre la situación de lo que quedaba del pueblo conquistado. No conocemos los prolegómenos de la Comedia del recibimiento, pero la obra sí es más explícita, y de mayor categoría que la anterior. Se ha escrito mucho sobre ella, y no voy yo aquí a descubrir Mediterráneos. Allí se manifiesta un Cairasco más maduro que elabora obras mejores. Es indudable la capacidad de Cairasco en presentarnos siempre que puede una realidad contrastada con distintas opiniones. Basta observar cómo en el Templo militante, en muchas ocasiones, transforma cuanto puede el texto puramente narrativo que le sirve de base para la vida de sus santos, en otro texto dialogado.

La presencia de Doramas como personaje en el recibimiento a Rueda es una de las marcas más elocuentes de las relaciones de la obra con la realidad canaria. ¿Existen en esta pieza editada por usted este tipo de relaciones con las circunstancias insulares?

Ya comenté lo de los ramos de cada isla, que eso sería lo folklórico. Hay que observar que Cairasco barría para adentro, pues su isla, Gran Canaria, no lleva otra cosa que "una caña dulce", la planta por la que su familia era poderosa. A Tenerife la representa un "verde sarmiento"; una "blanca palma" a la isla de La Palma; un "verde lauro" a La Gomera; una "verde rama" del "arbol maravilloso" a El Hierro; unas "espigas cándidas" a Lanzarote y un "ramo de orchilla" a Fuerteventura. En la Comedia del recibimiento solo se nombra el "pan y el vino" de Tenerife, el "árbol famoso celebrado" de El Hierro y la "orchilla" de Fuerteventura. Otro dato de cercanía con los oyentes de la Comedia es nombrar los lugares de Las Palmas donde se ejercía la maledicencia, los únicos ejemplos de Ciencia que parecen encontrarse en Canaria: las Gradas, los Álamos y la herrería, cercanísimos los tres de donde se representaba la obra, lugares aludidos igualmente en otras obras teatrales. En la introducción de nuestra Comedia aparecen una veintiuna de alusiones a esta tierra, tal y como se explica en una de las notas críticas que añado en la edición.

Sabemos que usted lleva muchos años estudiando la obra de Cairasco de Figueroa. Como lector perseverante del autor, ¿cómo se puede relacionar -desde el punto de vista de sus contenidos- esta obra con todos sus otros libros de poesía?

Recuerdo que esta Comedia tiene, además de la mayor parte de la introducción, la "Escena tercera" escrita en prosa. Como se verá por las notas a pie de página, que aparecen después del texto de Cairasco para que el lector pueda más limpiamente leerlo, aprovecho cualquier elemento que aparezca en los posteriores escritos de Cairasco, sobre todo en el Templo militante, para demostrar que pertenece a nuestro poeta, ya que el manuscrito, repito, no trae el nombre del autor. Las dos obras de recibimiento de obispos que nos quedan de Cairasco tienen de teatrales lo que implica el ser dialogadas; el verdadero teatro de Cairasco está en la Comedia del Alma, en la Tragedia y Martirio de Santa Caterina de Alejandría, y en la Tragedia de Santa Susana.

Hemos tenido noticia de que, casi a la par que este libro publicado por Ediciones Tamaimos, ha salido otra edición (esta en formato cuadernillo digital) hecha por especialistas de la Universidad de La Laguna. ¿Ha tenido ocasión de leerla? ¿Cuáles serían las diferencias principales entre ambas ediciones?

Pues sí, la he leído y he comprobado que me descuido en algunas lecturas, y que ellos también se descuidan en otras. Si aparece una segunda edición, se verán las correcciones y alguna nota más con interpretaciones distintas a las que allí se dan en alguna ocasión, basadas en otras lecturas de la época. Yo arreglo el desaguisado del manuscrito con la repetición de algún verso en los sonetos finales.

¿Nos queda mucho por conocer y saber, en la actualidad, sobre Bartolomé Cairasco de Figueroa?

Pues creo que sí. Queda por poder leer una edición completa del Templo militante, inexistente desde su primera aparición. Solo hay antologías, y en muchas de ellas no se respeta lo que dice Cairasco, ya que se hacen transcripciones apresuradas y muchas veces sin sentido. Quedan por poder leer enteras las tres Esdrujúleas de que se tiene noticia. Es evidente que Cairasco no ha tenido mucha suerte entre sus paisanos. Algo de esto decía en una carta de 1611 una granadina que vivía en Londres, cuando le pedía a su confesor que le enviara los libros de santos de Cairasco que le faltaban: "Veranle los amigos, pero dicen, cuando son en español semejantes cosas, que es bobería y frialdad escribirlas en lengua no inglesa, o por lo menos en latín. Dicen [que] lo que se escribe para ellos ¿de qué sirve ser en español?". Otro asunto es el de la poquísima, por no decir nula, cultura bíblica que padecemos por estos lares, y no se puede leer bien a Cairasco si no se hace un esfuerzo por transitar los vericuetos de los libros de la Biblia, consultando cómo se leía en su época tal o cual pasaje.

Yo estoy esperando a que un amigo se haga millonario para que me publique la edición anotada que tengo terminada del Templo militante, de la Esdrujúlea de Cambridge y de la Vita Christi, interesante por aparecer en ella una canción que bien pudiera haber empleado también don Luis de Góngora y Argote para otra suya, como lo hizo con la que empieza "En tanto que los árabes...". Todavía hay quien sigue diciendo que tal poema, tal soneto, tal canción es deudora de tal autor de ámbito nacional, cuando el contexto en que aparece en Cairasco dice todo lo contrario. Con respecto a mi trabajo sobre el Templo militante, todavía estoy esperando que me llame la secretaria de una autoridad de nuestra cultura oficial a quien fui a pedirle audiencia para presentarle el proyecto de "El Templo... qué" (posiblemente era la primera vez que llegaba a su oído el título de la obra de Cairasco). Cairasco parece no interesar porque es casi inabarcable, porque no es de esta época, porque hay que hacer un esfuerzo por leerlo y entenderlo. Solo un grupo de entusiastas por lo nuestro están empeñados en demostrar que merece la pena hacerlo.

Si bien la Comedia del recibimiento a Fernando de Rueda ha sido reeditada, ¿no cree que sería hora ya de volver a editar las otras obras teatrales del poeta fundador de nuestra literatura?

Creo que Cairasco merece una edición más cuidada y fidedigna de su teatro, al menos despojada de ciertas desafortunadas lecturas de los que nos lo han mostrado hasta ahora, que han servido a varios críticos para tener minusvalorado a Cairasco, e incluso reírse de él. Su obra, sobre todo el Templo militante, suele alejar a los lectores por tratar de temas religiosos. Esto lo han dicho críticos, ocultando su poco esfuerzo en comprender al autor, y no viendo, por ejemplo, lo que aporta de noticioso para nuestra historia, sus lecturas curiosas, sus traducciones y homenajes a sus poetas preferidos, el tratamiento del erotismo, el extenso repertorio de modos de versificar a la italiana y un largo etcétera. Para acabar, quiero comentar que desde el mes de julio hay un libro mío circulando por ahí que se titula Novelerías sobre Bartolomé Cairasco de Figueroa, en el que presento versos de Cairasco, bajo pseudónimo, desconocidos para el público en general; cómo han tratado a Cairasco los estudiosos a través del tiempo y cómo trabajaba Cairasco los Cantos de su Templo militante.

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