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La lucha social palpita en Jinámar

Medio centenar de vecinos se manifiesta en la rambla de acceso a Eucaliptos I para exigir soluciones a los problemas de Jinámar - La concentración recordaba a la de hace 30 años

La lucha social palpita en Jinámar

Miguel Cabrera, vocal de Jinámar en Marcha, un colectivo constituido hace año y medio y que aglutina a diferentes asociaciones del barrio, se mostraba ayer ufano y confiado pese a l escaso éxito de la convocatoria. La manifestación, que pretendía emular a la realizada hace 30 años -precisamente un 23 de noviembre- se quedó solo en un ejercicio nostálgico de lo que fue y ya no es el movimiento vecinal en este barrio y por extensión, en la mayoría de los distribuidos en el municipio de Telde.

Pero Cabrera no se dejaba desalentar por el panorama que tenía en torno a su persona. Medio centenar de compañeros formaban varia filas con una pancarta reivindicativa, una foto de la manifestación que se evocaba y banderas rojas con las siglas del Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC) que sus portadores sujetaban mientras esperaban el comienzo de la marcha, que se retrasó, en parte porque los periodistas presentes preguntaban sobre el acto.

El lugar elegido, porque la fecha simbólica era el 23-N, fue la rambla de acceso a la urbanización Eucaliptos I desde la zona donde se ubica el mercadillo dominical de Jinámar. Al final de la rambla, un único vehículo de la Policía Local, con dos agentes, esperaban pacientes el desarrollo de la marcha. El tiempo, algo fresco, presagiaba nuevas lluvias, que ya habían dejado unos buenos charcones en descargas anteriores en la zona. Los puestos de los mercadilleros, colocados en sus habituales posiciones, intentaban atraer a clientes ofreciéndoles las gangas y ofertas para todos los gustos, desde dos pijamas a cinco euros a otros productos a precios realmente competitivos. Tuvo más éxito estos reclamos que el de los manifestantes que, sin embargo, entendían que la lucha social, aunque en horas bajas, sigue siendo importante para que los poderes públicos se preocupen de sus ciudadanos y sus problemas.

Miguel Cabrera, buen conversador y con unos principios obreros profundos, asentía cuando se le mostraba que eran muy pocos manifestantes para la población existente en Jinámar, pero no perdía la esperanza. "Hoy seremos 50, pero las grandes concentraciones han empezado por poco y cuando se ha sembrado la conciencia social y surgen problemas, el movimiento ciudadano tiene mucho que decir", apuntaba el vocal de Jinámar en Marcha. La presencia de estos vecinos mantiene viva la llama.

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