La lucha contra la invasión de la serpiente real de California se mantiene viva. El último año sólo se puede catalogarse como éxito tras registrarse un total de 685 aprehensiones, según los datos facilitados días pasados a este rotativo por Ramón Gallo, director del proyecto Life con el que la Unión Europea (UE) y distintas instituciones canarias tratan de poner coto a esta especie exógena que tanto daño está causando al ecosistema grancanario.

Las capturas contabilizadas a lo largo de 2014 suponen todo un record. Nunca antes, en los ocho años durante los que se viene luchando contra la propagación de esta especie, se habían logrado aprehender a tantos ofidios. La mejora de las condiciones meteorológicas, con un incremento significativo de la temperatura media y una mayor movilidad de los ejemplares, y el aumento de los recursos humanos y materiales se antojan como los principales factores que explican este alza.

Con los registros alcanzados durante la última campaña, en Gran Canaria ya se han recogido más de 2.515 serpientes, la mayoría de ellas localizadas en las dos principales zonas de expansión de la Lampropeltis Californiae: el barranco de San Roque, que ejerce de frontera natural entre los municipios de Telde y Valsequillo, y el entorno de Amagro, en Gáldar.

Los técnicos son conscientes desde hace años de que una erradicación total de estos animales es prácticamente imposible, pero eso no les ha impedido que traten, de mil y una maneras, de mitigar el impacto que está causando entre la flora y la fauna autóctona y reducir su población. El lagarto gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini) se ha convertido en su principal aperitivo, pues restos de los mismos se han encontrado en el 51% de las necropsias practicadas, seguido por lisas y perenquenes, con un 30 y 13 por ciento respectivamente, y este no deja de ser un dato preocupante.

Pero con los años los métodos de lucha cambian. La principal novedad, de cara al año entrante, es que el proyecto Life propiamente dicho, el mismo que hizo que llegasen a Gran Canaria cerca de un millón de euros desde las arcas de Bruselas, toca a su fin. "Afortunadamente", se apresura a aclarar Gallo, "la Unión Europea ha establecido una especie de programa post-Life que dura otros cinco años y que traerá consigo un rediseño de los esfuerzos. A partir de ahora, la campaña será costeada íntegramente por el Cabildo y el Gobierno de Canarias".

Este replanteamiento hará, a su juicio, que tenga que descender el número de operarios que a diario se patean los barrancos y las zonas de aparición de las serpientes, especialmente entre los meses de marzo y julio. Eso sí, el servicio de alerta temprana, ese que brinda una serie de teléfonos a los que los ciudadanos pueden llamar cuando divisan una serpiente, se mantendrá sin modificaciones. Para tratar de contrarrestar esta pérdida de efectivos, el proyecto ha lanzado estos días una curiosa aplicación de smartphone que lleva por nombre Lampropeltis y que hará que cualquier vecino se convierta en un 'cazaserpientes'. "El dispositivo, ideal entre otros colectivos para senderistas, permite hacer una foto y que se nos envíe sobre la marcha con una serie de datos básicos sobre el avistamiento: lugar, día y características de la serpiente. Además, hemos establecido en él tres niveles, de manera que se le puede dar prioridad roja cuando el especimen está vivo y nadie se atreve a cogerlo, amarillo cuando está retenido en un balde o similar y verde cuando no hay problemas para su retirada por parte del caminante porque el ofidio está muerto".

En concordancia con esto, Gallo confía en poder lanzar este año la campaña de voluntariado con más tiempo de antelación. "La colaboración ciudadana es fundamental", recalca. Lo dice tras haber celebrado en 2014 un simposium al que acudieron los mejores especialistas mundiales en la lucha contra estos reptiles y tras entrar en la recta final de la celebración de talleres y charlas formativas entre estudiantes y vecinos, con casi 260 sesiones a espaldas suyas y del equipo de Gesplan.

En cuanto a los datos de 2014, no hace otra cosa más que aplaudir los mismos. "Hemos logrado mejorar el número de capturas por trampas, pasando de 66 en 2013 a 167 en 2014, y si la Unión Europea nos autoriza, encargaremos más trampas de cajón porque hemos descubierto un método muy bueno: ubicar en el interior de ellas a hembras. Sólo con una de ellas como señuelo conseguimos capturar a ocho machos en una jaula".

Otra serie de iniciativas, como el recurso de perros y halcones no han ofrecido los datos esperados. Entre ambos, apenas se alcanzaron 14 aprehensiones. El consuelo que le queda a Gallo es que, al menos, la 'zona cero' no ha crecido.