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Las siete magníficas de Las Terrazas

La estación de servicio del centro comercial destaca por su plantilla, donde todas las empleadas son mujeres

Por la izquierda, Lidia Suárez, Olivia Hernández, Inmaculada Oliva, Cathaysa Ventura, Paqui García, Elena Marcos Santana y Samara Izquierdo. JUAN CARLOS CASTRO

La gasolinera BP próxima al Centro Comercial Las Terrazas es diferente. A simple vista parece que repostar combustible, inflar las ruedas o lavar el coche será cosa de un procedimiento usual. Sí, la rutina es la misma, pero hay algo que llama la atención. Olivia Hernández o Inmaculada Oliva cerca del surtidor, Paqui García o Elena Marcos Santana reponiendo en tienda, Cathaysa Ventura junto a Lidia Suárez en caja y Samara Izquierdo en la oficina. En este orden y puesto, o en cualquier otro, porque estas siete mujeres todoterreno son las que forman la plantilla de trabajadoras de la estación, las que se encargan de todo y las que, con el paso de los años, se han convertido en unas entendidas del sector sin la presencia de la habitual figura masculina. Un equipo unido que da más que gasolina, con una dosis de amabilidad y complicidad que da a pensar que trabajan "todas para una y una para todas". Mujeres al poder, sin nada que temer, en un ámbito que siempre se ha visto relacionado con el varón.

Por lo agradables que resultan, su capacidad para trabajar de cara al público, su rapidez a la hora de desempeñar sus labores y manejar situaciones distintas, o su adaptación a la nueva tecnología, estas seis mujeres han sido contratadas por Samara Izquierdo, su encargada. Asegura la responsable que a la hora de seleccionar al personal no se sigue una política que favorezca a la mujer, sino "una de igualdad para todos". Aún así, tiene ciertas dudas sobre si en caso de ser un hombre el que contrata, el resultado sería el mismo. "Es fácil que un varón contrate a menos mujeres por los embarazos, hijos y demás", comenta, resaltando en tono gracioso, "pues nada, que se extinga la humanidad para que las mujeres puedan trabajar".

Explica que, en los siete años que lleva la estación, sólo un chico estuvo con ellas sustituyendo una baja por vacaciones y, aunque reafirma que no es premeditado que solo hayan féminas, reconoce que de forma inconsciente tiene interiorizada la "injusta" inferioridad ante la que se encuentran. Además de su posicionamiento hacia la igualdad entre ambos géneros, defiende que la gasolinera que maneja también busca dar empleo a ese colectivo que, por su edad, podría estar en riesgo de exclusión social.

"Estaba en paro cuando llegué en 2009 y me dieron una gran oportunidad por la edad que tenía", narra Olivia Hernández. La trabajadora, de 46 años, asegura que fue una gran alegría entrar a formar parte de este equipo y que, desde el principio, "lo di todo para que me dejaran, y aquí estoy", apoya orgullosa.

"La media de edad de nuestras trabajadoras es de 46 años", añade Izquierdo, recalcando que es necesario contar con un personal más adulto, puesto que "en ciertas edades es más difícil encontrar trabajo, y más siendo mujer". Cuenta la encargada que comenzó en este mundo relacionado con el motor cuando tenía 26 años, y que "los comienzos no fueron nada fáciles". Habla de un área donde prevalece el hombre, pero en el que las cosas han cambiado y están cambiando. "Cada vez estamos más integradas, hay más gestoras mujeres y, además, jóvenes", explica, resaltando que "en las reuniones de la empresa hay muchas féminas que acuden al frente de las estaciones".

Camino hacia la igualdad

La responsable cree que el cambio reside en el atrevimiento, cada vez mayor, del género femenino, la seguridad y formación y el cambio educacional. "Mi meta es que se normalice del todo y que una gasolinera llevada sólo por mujeres no sea noticia, porque eso significará que lo hemos conseguido", resalta.

Paqui García tiene 56 años, y no tenía ni idea sobre el sector cuando entró a trabajar, hace seis. Su buena atención al cliente hizo que consiguiera un hueco en la plantilla y que, poco a poco, lograra los conocimientos que tiene en la actualidad, gracias a la experiencia y la formación recibida. Tanto ella como cuatro de sus compañeras tienen contrato fijo, esperando Cathaysa Ventura, la benjamina del grupo y la última en llegar, hace un año, para dejar su empleo temporal que, según su jefa, ejecuta muy bien, siendo, en cada momento, "un encanto".

La complicidad y el buen ambiente que crean es una realidad a simple vista. Las féminas, vestidas de verde, bromean entre ellas y se ayudan en todo lo que pueden. Asegura Izquierdo que son creadoras de propuestas para la empresa que, muchas veces, se llevan a cabo. Además, tienen libertad para determinar sus horarios y ponerse de acuerdo para los cambios de turno que necesiten, "aunque después lo supervise", apoya la responsable.

Las seis se muestran encantadas con su lugar de trabajo y la compañía que les ha tocado. Agradecen, también, la "consideración" de la compañía para aquellas que tienen hijos. "Tuve que dejarlo un año porque di a luz y no podía con los horarios, pero, después, la empresa se puso en contacto conmigo para que volviera y llegamos un acuerdo para poder trabajar y cuidar a mi hijo", explica Elena Marcos Santana.

"Como se nota que son todas mujeres", aseguran las empleadas que, más de una vez, les han dicho sus clientes ya fidelizados y encantados con cada una de ellas. Un grupo de siete que, sin quererlo, han marcado la diferencia y abierto un camino que, sin duda, potencia la igualdad que esperan llegue a todos los campos. Así, invitan a reflexionar, mientras echan gasolina con una sonrisa.

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