Cartón, cartulina, papel, cola, palillos, ramas de árboles y pintura. Tumbas escalofriantes, un ataúd de miedo, la cueva de la muerte, un cementerio de árboles pelados, fantasmas, una bruja 'piruja', un drácula en la puerta y el señor Murciélago Gigante, el huésped más importante de esta casa del terror hecha por los hermanos Pedagna. Yeremay y Brian, alumnos del colegio Caserones del municipio, fueron los artistas que, con materiales totalmente reciclados, crearon el trabajo manual que ganó el primer premio del concurso 'Reciclar es vida' en el que participaron nueve colegios de Telde. Así, embrujaron a un jurado que valoró, sobre todo, la creatividad y la originalidad de los niños.
Durante la mañana de ayer, María del Pino Santana, monitora de medioambiente en la Concejalía del área, junto a otras compañeras, prepararon, en las Casas Consistoriales, las ocho mesas encargadas de recoger el trabajo de todo un curso llevado a cabo con la ilusión de ser parte del concurso. El papel marrón que las cubría fue volviéndose de color a medida que las maquetas ocuparon su lugar organizadas por centros y cursos.
Segundos y terceros premios
Desde huchas de plástico, pasando por juguetes tradicionales formados con residuos, hasta cocodrilos de cartón de huevos, en el fondo de la sala destacaban los tres primeros premios. A la izquierda de la casa encantada, daba color al paisaje, a la vez que hacía contraste, un árbol de ramas pobladas con tres búhos en distintos tonos hecho con goma eva, cartón, papel, cartulina, tapones de plástico y pintura. A su lado, deslumbraba un volcán en erupción de papel y cola, formando la unión de ambos artículos aquellos que consiguieron el segundo puesto, gracias al ingenio de las menores Dessiré Pulido e Irene Robaina, respectivamente.
Como dando un salto hacia el modernismo, Yasael Suárez encendió la bombilla del grupo que determinó que su lámpara, en perfecto estado para su uso y elaborada con cucharas de plástico, merecía un tercer premio. Cerca, un camión de cartón, alambres, madera y tornillos con un remolque simulado con una garrafa de aceite, dejó clara la visión de su creadora, Ada Falcón, ante la facilidad de jugar sin necesidad de comprar cachivaches.
Aprender a reciclar
A través de cada creación, planteadas para aprender a cuidar el medioambiente de manera lúdica y divertida, la Concejalía inició el certamen dentro del proyecto 'Escuela Verde' en el que han participado 29 colegios teldenses. De esta manera, un total de 5.377 alumnos, desde Infantil hasta Primaria, han disfrutado durante el curso de diversos talleres y charlas en relación con el reciclaje, la contaminación acústica y el cuidado del entorno.
Asegura la monitora, que ha trabajado con los menores durante el curso, que se trata de "una manera de fomentar el reciclaje y que aprendan a sacar rentabilidad a las cosas y gasten menos". Hoy, los participantes pasarán por la exposición para recibir los galardones y ver el resto de obras. "Ellos están privados", afirma Santana.
