La Policía Nacional investiga el desembarco de una lancha neumática tipo zódiac en la playa de Los Palos en el barrio de La Garita. Aunque se barajan varias hipótesis, la principal apunta a que se trata de una narcopatera utilizada para el tráfico de drogas. Testigos aseguran que la llegada se produjo alrededor de las cuatro de la mañana del lunes, cuando saltaron dos individuos encapuchados. Estos pudieron olvidarse una mochila y otros artilugios que serán utilizados en la investigación.
Alrededor de las cinco de la mañana la Policía Nacional recibió la llamada de alerta de los vecinos e inmediatamente se presentaron en el lugar de los hechos. Una vez allí identificaron la embarcación, que presentaba daños en la parte derecha, dejando como consecuencia pedazos rotos de la misma en la orilla. Además de esto, una mochila con enseres en su interior, nueve bidones de gasolina "y otros efectos", según apuntan fuentes cercanas a la investigación, también fueron localizados.
Desde la Comisaría de Policía Nacional de Telde, donde se está llevando a cabo el estudio, se barajan dos hipótesis principales. La primera y la que se cree más acertada se corresponde con la idea de que se trate de un asunto relacionado con tráfico de drogas. La segunda, "prácticamente descartada", según las mismas fuentes, se relaciona con inmigración irregular. Que no hayan aparecido individuos y el marco en el que se desenvolvieron los acontecimientos hacen que esta última quede casi excluida, "aunque no se descarta ninguna", fijan. Así, la Policía Científica y Judicial se hace cargo del caso.
En la playa del desembarco, entre San Borondón y el antiguo Hotel Bahía Mar, se presentaron también, en colaboración, la Guardia Civil de Mar y la Policía Local. Además, el equipo del servicio municipal de limpieza de playas acudió sobre las 9.00 horas para proceder con la recogida de la lancha que fue trasladada al depósito municipal de El Caracol. Aunque prácticamente estaba entera y un tractor pudo moverla hasta sacarla de la playa, dos motores y otras piezas se localizaron en los alrededores, siendo cada artículo analizado.
En el lugar, Francisco Rivero, que lleva dos años y medio viviendo en casetas de campaña en la playa junto a su compañera Ana Delia González, asegura que vio como la embarcación se acercaba alrededor de las cuatro de la mañana. "En ese momento llegaba de hacer mis cosas y escuché el ruido del motor cada vez más pegado a la orilla", relata. Con el susto metido en el cuerpo, se retiró a su caseta para observar de lejos. "Olía mucho a gasolina y estaba todo oscuro, no tenían luces ni nada", añade.
Explica que alertó a dos de sus vecinos con la frase "esto es gente chunga", ya que asegura que "tras sonar una bocina que ellos mismos tocaron y saltar a la orilla", pudo ver a "dos hombres grandes y fuertes encapuchados, todos vestidos de negro y con una mochila".
"Venían a fondo y yo sólo deseaba que eso no fuera lo que estaba pensando", puntualiza. Afirma que, una vez el tierra firme, los dos supuestos individuos abandonaron la playa, "pero ellos tranquilos, ni corrieron ni nada", puntualiza. A su lado, González escucha, una vez más, la historia de su compañero que aún no se cree lo vivido.
"Yo no vi nada exacto, pero sinceramente creo que se trata de temas de drogas, porque fue muy raro", especula. "Ay, Ana, vaya liada", continua con la emoción todavía en el cuerpo.
La pareja asegura que el tiempo que llevan viviendo en la playa "jamás nos había pasado algo igual". "Los señores mayores que están al lado nuestro pasaron miedo cuando les dije que había gente rara", continúa Rivero, que prefirió aguardar a que los supuestos individuos se fueran para evitar correr ningún riesgo. "A ella no quise despertarla ni decirle nada para que no se cogiera nervios, pero mira ahora todo esto", apunta.
Alrededor, los empleados del servicio de limpieza llevaban a cabo sus labores mientras el arrastre de la lancha neumática por parte del tractor iba dejando huella en la arena. Los encargados de la investigación, por su parte, recobraron toda la información necesaria para intentar esclarecer los hechos con la mayor brevedad y eficiencia posible.
Este lunes tocó en el barrio teldense de La Garita, pero son varias las narcopateras las que han llegado a la Isla en los últimos meses. En abril de este año, la Guardia Civil detuvo a dos personas de origen marroquí que saltaron en la costa entre Tufia y Ojos de Garza. Los detenidos, que ocupaban la embarcación con dos individuos más que lograron escapar, dispararon con armas de fuego contra los agentes en el momento en el que estos llegaron al punto del litoral teldense donde se desarrollaron los hechos. Así, se localizaron unos 45 fardos de hachís de unos 25 kilos cada uno.
