Mónica Muñoz y Guadalupe Seco, presidenta y vicepresidenta de la asociación de empresarios de la zona comercial abierta de San Gregorio no daba avío ayer por la mañana. Corre que te corre de un lado a otro, intentaban mantener la calma ante la avalancha que se les venía encima, nada menos que cientos de niños y sus padres acompañando a varios de los personajes de La Patrulla Canina desde la plaza del barrio hasta la plaza de Doña Rafaela, su destino final. Un recorrido corto, pero con tanta participación que Protección Civil y Policía Local tuvieron que esmerarse para conducir a esta marea, casi tsunami infantil.

Programado como un acto para los más pequeños de la casa, su repercusión fue tal que el resto de eventos programados, como la Fest Telde o fiesta de la cerveza y el concierto de La Guagua Band, éste por la noche, se quedaron rezagados en comparación a la visita de la Patrulla Canina. Menores, padres y abuelos esperaron con paciencia, pero sin pausa, la llegada de los héroes infantiles, que se retrasaron una media hora pese a su premura. También les esperaba el grupo de batucada Batería Samba da Ilha para acompañar a sus miembros con sus rítmicos sones hasta la zona infantil cercana a la Casa de la Juventud, preparada con un castillo hinchable para los pequeños.

"No esperábamos tanta gente, sí que vinieran niños...pero tantos", declaraban ayer las dos directivas de la patronal, entre asombradas, muy satisfechas y algo apuradas por la dimensión que iba adquiriendo el espectáculo. Juan Martel, concejal de Festejos y Seguridad, también se quedó con la boca abierta por la masiva cantidad de público que desde una hora antes ya esperaba a los famosos perros televisivos en una carpa que registró su segundo llenazo consecutivo, después del celebrado el viernes con el pregón de las fiestas.

"Nos ha pillado de sorpresa esto, es increíble la cantidad de gente que ha venido, de saberlo habríamos organizado una fiesta para recibir a la Patrulla", alegó Martel.

Ni la tímida lluvia caída, que se alternaba con un ambiente algo fresco, desanimaron a los niños durante su espera en la carpa. Y una vez llegaron seis de sus ocho héroes -Chase, Marshall, Rocky, Rubble, Sky y Everest-, solo faltaron Ryder y Zuma, y se les pasó el asombro inicial, fueron directos a hablar con ellos, a intentar hacerse fotos, a tocarlos, lo que provocó una apelotanamiento en las inmediaciones de la plaza de San Gregorio que parecía difícil de despejar y aclarar.

Pero se pudo, aunque con mucha dificultad y cuidado. La batucada inició su actuación seguida de los integrantes de la Patrulla Canina, que pasearon por la principal calle peatonal del barrio comercial, saludando a los clientes de las cafeterías y negocios de la zona, atendiendo a los niños que se les acercaban durante todo el trayecto. Un trayecto que supuso el corte de una de las calles que desembocan en la plaza de Doña Rafaela, escenario escogido para la celebración de la Fiesta de la Cerveza y de los eventos que la amenizaban. Toda una locura. Los zancudos que acompañaban a la batucadas y a los famosos canes se las veían y se las deseaban para caminar ante tanto estrechamiento de la vía, pero sin problemas todos llegaron a su punto de destino.

Allí estaba el castillo hinchable en la zona infantil, junto a una terraza instalada para que los familiares de los pequeños pudieran tomarse alguna bebida -prohibido el alcohol en ese lugar- mientras veían como ellos se lo pasaban de lo lindo. Varios metros más allá, ya había asistentes sentados en las mesas dispuestas en la plaza de Doña Rafaela degustando cerveza... y algún que otro biberón que las madres daban a sus hijos. Los platos ofrecidos por siete negocios de restauración, entre 1,5 y 3 euros, más la cerveza, también a 1,5, ya empezaban a circular por el recinto, que se quedó chico con la llegada de la marabunta arrastrada por la Patrulla Canina.

A pesar de los apuros iniciales, Muñoz y Seco estaban pletóricas, satisfechas del éxito de su iniciativa, realizada por la compañía de entretenimiento Embrujo. A su personal les sorprendió también la masiva presencia de menores y consideraron que iban a tener que pedir refuerzos para atenderlos.

Talleres de elaboración de chapas, hinchable con tobogán y obstáculos, juegos tradicionales, pañuelito, carreras de sacos, cuchara y huevo, ratón que te pilla el gato, boliches, el trompo y elásticos, entre otros. Todo un arsenal de diversión para rematar un día donde la ilusión infantil se desbordó.

Otros eventos planificados por la zona comercial abierta, incluidos en el programa de fiestas de San Gregorio Taumaturgo, fueron la actuación a partir de las 14.00 horas del teldense Mario Leal, participante en el programa La Voz, música disco a cargo de Canarymusic Eventos. Por la noche, los monólogos del humorista Juan Antonio Cabrera, el concierto de La Guagua Band a las 22.00 horas y un final musical a cargo de Canarymusic Evento cerraron un día done los canes impusieron su ley.