"Somos sueños que vuelan con viento y amigos que duran con el tiempo", cantan a pleno pulmón los scouts exploradores de Canarias sobre el escenario del Auditorio José Vélez de Telde en el XLIII Festival Scout. Un día festivo en el que se dieron cita más de 3.000 scouts de diez países y 18 Comunidades Autónomas que pintaron de color y bullicio el parque de San Juan.

El día arrancó con una serie de talleres dedicados a pequeños y mayores en los que reforzar los valores del escultismo que todos los scouts llevan intrínsecos. Los juegos y las sonrisas los acompañan en los diferentes talleres por los que van pasando como el pañuelito, el taller de música y disfraces o aprendiendo a conducir los carricoches que se distribuyen por el parque.

Con la comida llega la pausa y el reposo, después de esperar pacientemente una larga cola esperando por su filete y su ensalada. Es el momento de parar para reponer fuerzas, algunos lo aprovechan para relacionarse con los scouts de otros grupos, hacer amigos y compartir juegos. Mientras que los más pequeños se entretienen jugando a las cogidas.

Algunos con la guitarra en la mano ya empiezan a calentar las gargantas para la gran actuación. Entre piques sanos y cantos típicos pasan las horas para los más activos. En cambio, los más perezosos aprovechan para dormir una pequeña siesta sobre el césped del Parque de San Juan.

A medida que avanza la tarde comienzan los nervios y la ilusión de todos los grupos de scouts que se preparan para vivir sus minutos de gloria y poner en liza el trabajo de los últimos meses.

Comienza el festival

Con los scouts colocados en las gradas y al ritmo del verano, despacito, se empiezan a animar para vivir en primera persona el espectáculo que los organizadores han preparado sobre el escenario.

La espera llega a su fin y los maestros de ceremonias del XLIII Festival Scout del campamento EsJamboree toman el escenario del José Vélez y se desata la locura. Con el público entregado y con los últimos éxitos sonando en la megafonía se meten en el bolsillo a todos los presentes tanto niños, como monitores, voluntarios y familias que no dudan en levantarse de sus asientos para disfrutar.

Los scouts de La Rioja abren el festival con "la mochila al hombro y ayudando al compañero la dificultad aprendimos a vencer", un canto a la amistad y sus valores, aunque algunos se estén perdiendo. "No hicieron falta tablets para disfrutar, jugar en la pradera fue mucho mejor". Una declaración de intenciones y un canto a uno de los grandes problemas de los jóvenes del siglo XXI.

Seguidamente los scouts de Castilla y La-Mancha animaron a los presentes con su canción "Plata oro y rubí". En tercer lugar subieron al escenario los exploradores de Castilla y León, con su disfraz pirata, aterrizaron con una alegoría a sus valores, "pondremos flores, donde otros ponen arpones y volveremos a gritar este mundo has de cambiar. Son recuerdos, por los que juntos viajamos siguiendo infinitas huellas". Un canto que a la postre le permitió alzarse con la victoria en el XLIII Festival Scout y llevarse el trofeo hasta tierras peninsulares.

Los scouts de Baleares, Andalucía, Madrid y Murcia, desfilaron por el escenario antes que Canarias, que con "mi mochila y mi foulard, a tu lado siempre me tendrás", pusiera el punto final. Porque da igual donde estés, los scouts siempre serán una familia aunque el tiempo pase y la Isla será su casa.