Más que una carretera general de La Pardilla, parece un gigantesco cenicero. Se trata de la calle Raimundo Lulio, en la que los vecinos ya no saben qué hacer para que la concejalía de Limpieza Viaria y Recogida de Residuos acaben con la suciedad en esta vía, llena de colillas y otros desperdicios.

Uno de los residentes asegura que "cuando me dirijo hacia mi casa me encuentro colillas por todos lados, sin que nadie se moleste en retirarlas de la carretera". Un hecho que también considera no solo da mala imagen al barrio, sino que puede causar un importante problema de salud.