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Entrevista a Pedro Galván

"Desde el patronato buscamos dignificar como se merecen las fiestas de Jinámar"

"Creo que lo que debemos recuperar en la Fiesta de la Concepción es la idea de participación", señala el maestro y pregonero de la Fiesta de la Caña dulce y la Concepción

Pedro Galván junto a la estatua del ermitaño, en la plaza de Jinámar. ANDRÉS CRUZ

Trabajó durante mucho tiempo como profesor en Jinámar, ¿va a centrar su pregón en la educación?

Sobre todo quiero recuperar la memoria social, educativa e incluso política de Jinámar. Yo vine aquí en el año1979 y me encontré un barrio con dos zonas, el pueblo de siempre y el Valle de Jinámar. En ambas partes habían deficiencias, sobre todo en infraestructuras. El colegio José Tejeda, donde yo di clase, se convirtió en un núcleo donde se desarrolla todo el movimiento social. Me encontré con gente joven muy sensibilizada, y con ellos nosotros, los maestros, iniciamos un plan de acción relacionado con los colegios. José Tejeda fue el primer centro en definir un proyecto educativo donde los objetivos marcados definían los valores de la nueva sociedad, un nuevo portador de sueños, que eran los alumnos. Empezamos a educar por el suelo; medio ambiente, no violencia, libertad, participación democrática... La comunidad educativa se convirtió en un órgano totalmente participativo y democrático, inclusive el movimiento vecinal intenta dar una respuesta a los problemas. La identidad canaria era importante, y la lucha por los valores y la solidaridad. Creo que en el fondo el impulso fue fruto de los vecinos y vecinas, un movimiento que era innovador.

Desde entonces, ¿cómo ha evolucionado la educación y la sociedad en Jinámar?

Yo siempre he creído en la escuela de los pueblos. Una escuela que no esté abierta socialmente y comunicativamente al barrio, al lugar donde proyecta es una escuela que no desarrolla honestamente su trabajo. En Jinámar, que ha tenido muchos problemas de un principio, hoy por hoy sigue siendo la Jinámar del fracaso escolar y eso conlleva a la exclusión escolar. Es un tema que preocupa muchísimo. Siempre digo que la crisis económica pasó por Jinámar y se quedó. Sigue presente, y quizá incluso ha empeorado. Hablamos del desempleo juvenil, que hay por lo menos un 70%, y de la situación de pobreza, paliada por numerosas ONG e incluso con la política de emergencias sociales de las instituciones, eso indica el grave problema. Pero creo que las soluciones no pueden venir desde arriba, sino de la propia Jinámar. El ciudadano jinamero tiene que entender que para proyectar positivamente este lugar tiene que empezar por sí mismo. Pecamos sin darnos cuenta de crear una comunidad subsidiaria y victimista, en todos los sentidos. Jinámar debe partir de un sentimiento de pertenencia, de arraigo. Una de las cosas principales es nuestro patrimonio, muy rico , prehispánico, histórico, cultura, ecológico... etc. Un patrimonio que tenemos que cuidar.

La fiesta del pueblo entra en ese patrimonio.

Sí. Es histórica, de las más enraizadas de Canarias. Es una realidad que históricamente lleva más de 500 años. La gente viene porque toca, por su fe, ver a la Inmaculada. Siempre se ha dicho que la fiesta se hace sola. Por todo eso, la fiesta debe ser ya elevada a la dignidad que merece a nivel institucional, poblacional e, incluso, a nivel histórico. Por todo eso, desde el patronato, vamos a proponer que se inicie el procedimiento de interés turística y además de interés cultural. Queremos desarrollar todo lo que rodea el aspecto social de la fiesta, y trabajamos mucho en ello.

¿Cómo es que no se ha institucionalizado ya la fiesta?

Nosotros, el patronato, se lo hemos pedido al Ayuntamiento de Telde. Queremos que se encargue de la gestión administrativa e incluso penal, del seguro de las fiestas, de las infraestructuras públicas... Para que el patronato pueda centrarse exclusivamente en la programación y poder elevar el carácter festivo que posee Jinámar.

En cuanto a la programación, ¿a qué se debe la vuelta de la Reina de Jinámar?

Es una propuesta que trajo el presidente porque un grupo de jóvenes han querido traer de vuelta este acto. Pero hay que debatirlo bien para la próxima vez. Yo creo que, por lo que significa la Fiesta de la Inmaculada Concepción, y en relación a este tema creo que lo más importante es recuperar la idea de la participación, tanto del hombre como de la mujer.

Usted ha sido un fiel activista social en el barrio, pero también fue concejal durante 16 años. ¿Cómo cambia la percepción de Telde de un puesto a otro?

Yo en ambas partes he intentado ser honesto. Al ser político y estar en un cargo público nunca se puede olvidar que sobre todo se es ciudadano. Cuando era concejal compatibilizaba esa tarea con la docencia. Vengo de un grupo de la izquierda progresista canaria, y ahora estoy fuera de eso por ciertos motivos, pero continúo vinculado con el movimiento social y estoy comprometido con mi tierra. Estuve en política muchos años, pero siempre con un objetivo único; intentar que desde el Ayuntamiento se hicieran políticas sociales por y para Jinámar.

¿Cómo ve la política ahora?

La política en Telde siempre ha estado siempre marcada por la palabra crisis, y eso altera todo desde el pensamiento, pasando por las conductas e incluso en los proyectos. La crisis no sólo fue económica, sobre todo fue de valores. Ahora mismo el trabajo que están haciendo los compañeros del Gobierno Local es encomiable. La alcaldesa está esforzándose por recuperar la institución, amén de los problemas internos. Pero no sólo el gobierno local, sino toda la corporación. Y en cuanto al barrio, se están comprometiendo mucho con el Plan Integral de Jinámar.

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