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Entrevista | Vincent Bataller i Perelló

"Nuestra sociedad es machista y sólo se fomenta la heterosexualidad"

"La educación es la base para eliminar las fobias, los temores y los malentendidos sobre el sexo", afirma el sexólogo

"Nuestra sociedad es machista y sólo se fomenta la heterosexualidad"

Ha dado varias charlas en la Isla a lo largo de los años sobre sexología, y el pasado jueves acudió al Círculo de Telde para crear debate sobre diferentes cuestiones.

Sí. Siempre que vengo a la isla me ofrezco a hablar sobre estos temas porque son importantes. La primera vez fue en 2003 para hablar de la transexualidad, y desde entonces vengo todos los años. El pasado jueves pasó lo mismo, quise hablar principalmente de la importancia de la declaración universal de los derechos sexuales que se establecieron en Valencia durante el famoso congreso mundial de sexología el 29 de julio de 1997, de diversidades sexuales y la declaración de Yakarta que se estableció en la universidad de Johannesburgo en el 2007, derechos de identidad y orientación sexual. También busqué debatir estos temas basándome en el desarrollo de la normativa europea que apoya que debe existir educación sexual y fomentar las diversidades.

¿Cuántos años lleva dedicándose en exclusiva a la sexología?

Desde que tenía 24 años, y ahora tengo 59. He estudiado y me he formado en ello, pero son temas que se han conocido siempre. Alejandro Magno era gay, por ejemplo. Otra cosas es que la sociedad haya querido esconderlo.

¿Cómo se explican las diversidades sexuales?

La sociedad debe entender que más allá de la heterosexualidad, e incluso de la homosexualidad que es la diferencia que todos pueden llegar a ver en una cultural completamente heterosexualizada. Están la bisexualidad, la pansexualidad o la transexualidad, entre muchos otros casos. Y deben ser conocidas y aceptadas porque son igual que las otras.

Estos términos son muy poco conocidos, pero para aquellos que los conocen el debate se encuentra en el punto intermedio de condición mental o condición sexual propiamente.

No hay diferencias en ningún caso. De hecho, somos todos bisexuales al nacer; algo que dijo Freud en el pasado siglo, y según la cultura y las condiciones externas que nos rodean. Los heterosexuales se sienten atraídos por las personas del sexo opuesto, y los homosexuales por los del mismo sexo. Y en los otros las atracciones son también reales. Lo que realmente pasa es que vivimos en una sociedad machista refundada por un sistema patriarcal donde se potencia únicamente la heterosexualidad, y todo lo que se sale de ello se tacha de patológico o disfuncional. Pues no es así, son orientaciones naturales, pero socialmente no se acepta.

No es algo que se estudie en los colegios, ni de lo que haya mucha información.

En general del sexo hay poca educación en España. En Suecia ya era obligatoria la asignatura de educación sexual en los años 90. Yo soy de Valencia, y sé que aquí a partir de los 14 años los niños estudian algo de sexología, como la prevención de enfermedades sexuales. Sin embargo, es muy escaso y superficial el tema. En Canarias, sin embargo, pasó algo bueno con el colectivo de educación sexual Harimaguada y con la Universidad de La Laguna, pues impulsaron bien el tema y se dieron muchas charlas y talleres para que la gente pudiera aprender. Existe mucha desinformación, y sobre todo en nuestra cultura hay mucho tabú al respecto. La religión hace mucho, porque aquí se tiene la idea de que se alcanza a Dios mediante la castidad, el masoquismo, el malestar y la negación del placer. En otras culturas pasa lo contrario, en India se encuentra a Dios mediante el orgasmo. En nuestra cultura hay que sacrificar mucho para ser una mujer o un hombre de provecho, pero eso es una incompatibilidad para el psiquismo. No son antagónicos el placer y el displacer, ambos forman parte de la vida. El placer genera endorfinas y eso es muy saludable para salud interior y exterior de las personas.

También se habla sobre la diferencia entre género y sexo, ¿cómo se entiende eso en nuestra sociedad?

El género se refiere a hombres y mujeres, sus genitales y el sexo es ser masculino o femenino. Evidentemente somos distintos en género, pero la sociedad también hace distinciones en el sexo. Sólo nos cambia la cultura y la educación. La sociedad, la familia y sobre todo la religión son los que se encargan de diferenciarnos. Sobre todo en la mujer se subroga a la sexualidad.

La cultura y la desinformación conlleva a que a día de hoy hayan muchos prejuicios. Algo tan interiorizado, ¿cómo se lleva al cambio?

Educando. La educación y la información son la base para psiquismo. Se eliminan fobias, prejuicios, malentendidos, psicopatologías... Es decir, cuando una persona está bien formada en el ámbito de la sexualidad humana no cabe ningún tipo de culpa, ni malestar, ni pecado... Todo eso es algo que nos han inculcado desde pequeños, y no es real.

Aunque ahora se esté empezando a hablar más de ello en los medios, ¿cree que se está cambiando algo al respecto? ¿O por el contrario falta mucho recorrido?

Yo creo que todavía no hay reconocimiento científico de la sexología, cosa que en cualquier país de europeo sí que se da. Y por ejemplo en Canadá son seis años de formación en sexología. Hasta que no se reconozca aquí al profesional del estudio del sexo y la sexualidad humana, seguirá habiendo prejuicios. Parece que todo el mundo puede hablar de sexualidad, porque todos saben qué es reproducirse y creen que sólo se escriba en esas cuestiones. La sexualidad humana es muy compleja y requiere de estudio y profesionales para que se pueda difundir adecuadamente. La educación es necesaria para fomentar diversidades, tanto de índole familiar, como sexual o de entidades, porque algo que no se conoce no existe y esto genera fantasmas y miedos.

Sin embargo, la gente que debe educar a la nueva generación continúa en los prejuicios y el desconocimiento sobre esto.

Sí. En el mundo los tres pilares básicos de instrucción son la sociedad, la escuela y la familia. Nosotros instamos a los políticos a cambiar su agenda de trabajo y crear políticas que favorezcan el desarrollo de la sexualidad y de la salud sexual. Este último es un concepto que la OMS ya definió en 1977, es decir, que ha llovido mucho al respecto y por tanto la sanidad española debería poner más mano en el asunto.

¿Cree que con más presión mediatiza podría acabar con esta desinformación?

Los medios y las redes sociales son una herramienta básica para hacer llegar a todo el mundo lo que es la sexualidad y los temas que se relacionan a esta como las orientaciones o las minorías sexuales.

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