Los residentes afectados por el vuelo del dron y sus grabaciones son más partidarios de hechos que de palabras. Ayer, uno de ellos, señalaba que "estamos observando si sale a volar otra vez para grabarlo y posteriormente llevar lo que consigamos al abogado para, si procede, presentar la denuncia en el juzgado para que zanjar este asunto".

No tienen tampoco mucho interés en que se conozcan sus identidades, una baza que quieren utilizar para hacer una vigilancia anónima del dispositivo por el barrio para ver, si de una vez, logran fotografiarlo o grabarlo y tener así una base para presentar la denuncia tanto al juzgado correspondiente como a la Guardia Civil.

En las redes sociales, el dron novelero no saldría tan bien parado como pretenden los vecinos, quienes abogan por la normativa vigente para que su vida privada no vuelva a verse observada y aunque en principio apuntaban a acabar con él a las bravas, después del enfado, la reflexión les marca que tengan paciencia y no usen la violencia.

Pedradas, redes, fregonas...

Sin embargo, en internet, no son tan moderados. En los comentarios del facebook de este periódico, pueden encontrarse todo tipo de reacciones, desde el lanzamiento de objetos a tirotearlo.

El lanzamiento de piedras es, entre todas las propuestas, la más recurrida por los internautas para derribar al dron. Pero también pegarle con el palo de una fregona, capturarlo con una red si vuela tan bajo, dispararle con una escopeta de balines o incluso con una Remington 870, son algunos de los consejos a los afectados de Marpequeña Alta cómo actuar para quitarse el molesto aparato de encima.

No todos son consejos violentos en la red. Hay internautas que informan sobre las consecuencias para el dueño del dron fisgón, con quien uno de ellos hace un pareado..., pero una de las participantes en el debate recuerda que el uso de este dispositivo sin solicitar autorización conlleva fuertes multas, de hasta 30.000 euros, como le ocurrió, según expone en su comentario, "al último que han pillado".

Los vecinos, no obstante, no se han quedado quietos y han ido recopilando datos para realizar una suerte de perfil del dueño del dron. Así, asegura otro de los afectados, "sabemos que debe ser una persona que lo maneja muy bien porque hacía maniobras perfectas. De hecho, en uno de los días que sobrevolaba por encima de nuestras propiedades, pasó entre las bunganvillas de una finca, subió por encima de la ventana de la casa de una vecina y lo alejó del lugar".