Los problemas en el mundo existen y a pesar de que a la infancia siempre se le ha querido esconder ciertas problemáticas, los niños son conscientes de ello y se solidarizan con las causas sociales.

Pero especialmente se solidarizan con aquella que les toca más de cerca, precisamente por ser un problema que afecta a la población infantil; la esclavitud de los menores. Ese y tanto otros conflictos que viven los niños del mundo día a día y que no se visibilizan como debieran ser fueron lo que gritaron a los cuatro vientos los 345 niños que asistieron al XVIII Foro Insular de la Infancia, este año celebrado en Telde. La iniciativa, que comenzó en 2005, fue llevada a cabo por profesores de la Red de Escuelas Solidarias con la finalidad de hacer reflexionar a los más pequeños sobre los derechos que poseen, cómo defenderlos y también sobre los deberes que deben cumplir.

Y justo eso es lo que hicieron los alumnos de los 12 colegios asistentes, provenientes de diferentes punto de la isla como San Mateo, La Aldea, Santa Brígida, entre muchos otros. Al son de los tambores, las panderetas y demás instrumentos de percusión, se oían las voces infantiles gritar "¡abre tu corazón, no a la explotación!" en el pasacalles que tuvo lugar desde la plaza de San Gregorio hasta el teatro Juan Ramón Jiménez, donde se celebraron la mayoría de actividades de 10.30 a 16.00 horas aproximadamente. Declaraciones de intenciones, canciones, bailes, vídeos e incluso una obra teatral fueron las originales maneras que tuvieron los alumnos de cada centro para presentarse entre ellos antes de dar el paso al debate y puesta en ideas que se desarrolló en las aulas del teatro, con una separación de seis grupos en donde los pequeños pudieron presentar sus reflexiones e ideas sobre cómo veían el mundo.

El maltrato infantil, el exceso de responsabilidad a tan tempranas edades, la incomprensión de los profesores que no tienen en cuenta la individualidad de cada alumno o la esclavitud infantil en países subdesarrollados fueron algunos de los temas que se trataron y que seguidamente expusieron los alumnos representantes de sus centros en el escenario del Teatro.

"Si nos cansamos, que sea por cansancio", quiso reiterar una de las niñas del CEIP Valsequillo en referencia a los niños que trabajaban largas horas para elaborar productos para grandes marcas. Pero como no podía ser de otra forma, aunque siempre en pos a la enseñanza y en este caso de los derechos, los niños terminaron la jornada realizando actividades al aire libre en el área Polivalente del Narea. Porque con el juego se aprende y se reivindica mejor.