Si durante el acto de descenso del Santo Cristo de Telde, el pasado 12 de septiembre, hubieron lloros y emociones sin represión alguna, este último encuentro entre los feligreses y su devoto no podía ser menos. Una vez más, la Basílica de San Juan Bautista se encontró llena de un público que no podía sentirse más que abrumado ante el acontecimiento.

"Parece que a la gente le apena que ya no esté tan cerca de ellos", declaraba Segundo Amador, encargado de la ornamentación del trono de la imagen durante las fiestas, hace apenas unos días, mientras preparaba los crisantemos que han adornado el templo durante estas semanas.

Y, efectivamente, así fue. Durante la misa, que comenzó a las 19.30 horas, los seguidores del Cristo se emocionaron escuchan la homilía. Las sillas de plástico, que aquellos previsores que atisbaban la falta de espacio en los bancos de la Iglesia trajeron de sus casas, los abanicos de todos los colores y los pañuelos para secarse las lágrimas que surgían de la emoción contenida.

Tras aproximadamente 45 minutos de acto, doce hombres enfundados en camisetas con la estampa del Cristo teldense ayudaron a subir la imagen al altar mayor. En el acto participó la banda de música municipal, que tocó un repertorio acorde al "triste momento" que estaba aconteciendo y cerró las fiestas.

El acto fue retransmitido en directo por el facebook oficial de la Parroquia de San Juan, al igual que el pregón, la bajada del santo y la romería. Por otro lado, los feligreses acordaron en que las fiestas del Cristo sucedieron sin ningún tipo de contrariedad. La parroquia recibió una buena acogida de devotos que cada día a las 19.30 horas asistían para llevar a cabo la novena, la eucaristía y la reflexión, y finalmente la Iglesia procederá a su horario habitual: de 9.00 a 14.00 horas.