La segunda edición de Empléate, proyecto de la escuela Me Sumaría en colaboración con El Mirador, arranca este año con la incorporación de cuatro grandes empresas del ámbito de lo textil y la cosmética, que buscan en este programa educativo la oportunidad de contratar para la campaña de Navidad al máximo de trabajadores posibles.

Tras el éxito del año pasado, en el que se consiguieron los retos marcados y se pudo emplear al cien por cien de los participantes, se inscribieron durante el mes de septiembre algo de más de 900 parados de larga duración. De este número el equipo de la escuela seleccionó solo a 13 desempleados que reunían los requisitos básicos. "Queremos darle la oportunidad a cierto tipo de personas de esta sociedad que, en condiciones normales, no suelen ser óptimas para empleos del sector del comercio y la atención al cliente", explica Inma Carretero, presidenta y fundadora de la escuela.

Asimismo, los integrantes del programa pudieron ser partícipes de una semana intensiva de clases teóricas y prácticas en donde el equipo docente de Me Sumaría pudo enseñarles cómo presentarse ante las empresas con buena oratoria, imagen, redacción del currículum, entre otras formalidades.

"Es una oportunidad y te ayudan muchísimo; he notado un cambio en mí misma, una motivación increíble para seguir luchando por mi vida", explica Tai Martel, una de las participantes. de 49 años de edad. "Después de tanto tiempo sin trabajar uno acaba pensando que no vale", cuenta por otro lado Ofelia Torres, de la misma edad. "Lo más importante es que este programa nos da seguridad, algo que por lo menos a mí me faltaba tras siete años dando tumbos", cuenta Torres. El programa tiene la finalidad de insertar en la sociedad laboral a los colectivos más vulnerables, como pueden ser personas de más de 45 años, monoparentales y con discapacidad física. "El objetivo de empleo lo tenemos marcado en 10 personas, aunque el año pasado conseguimos rebasarlo", admite Yurena Cardona, coordinadora de la escuela.

Ahora mismo, tras la etapa de formación, los alumnos han pasado a la propulsión de empleo. "Ahora las empresas colaboradoras harán un proceso de selección según los perfiles que más les convengan", explica Cardona. Por otro lado, el proyecto no se limita solo a la búsqueda de empleo, sino que continúa mediante un acompañamiento del alumno durante sus primeras semanas trabajando y, en caso de no haber sido contratado, puede seguir formándose en la escuela a través de otros programas.