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Entrevista | Salvador García Carrillo y Saavedra

"Estoy orgulloso de mi labor en Jinámar y de mi faceta más humana"

"Dejé mi actividad política tras mi paso por la Gerencia porque me quemé y sufrí muchísimo" afirmó el primer gerente en el Valle de Jinámar

Salvador García Carrillo y Saavedra. JOSÉ PÉREZ CURBELO

El Ayuntamiento de Telde reconoce su labor como primer gerente del Valle de Jinámar -antes Polígono- , ¿cómo recuerda esa faceta de su vida?

Tuve muchos problemas. Yo tenía una idea clara sobre cómo quería llevar las cosas, pero en Jinámar había muchos movimientos sociales de ideas radicales. Era muy duro llevar esas relaciones, aunque les plantase cara. Para mí era un mundo que nunca tuvo explicación. Sufrí mucho y después de eso no quise continuar en política, me quemé demasiado en Jinámar. Me centré en mi profesión del ámbito de la Sanidad. Era controlador de suministro del Hospital del Pino, y además empecé a dar cursos de formación sanitario. De esa época saqué alumnos como Román Rodríguez o Pedro Quevedo, muchos de los que ha dirigido la sanidad en Canarias. La gracia es que los daba en la gerencia. Me esforcé en eso porque quería que la gente se concienciase de que había que ir a ese barrio y conocerlo.

¿Siente que durante esos dos años en los que coordinaba la Gerencia alcanzó todos los objetivos marcados?

Sí, por supuesto. Cuando me marché el barrio tenía luz, calles alquitranadas, un centro de salud, colegios nuevos y una farmacia, entre otras infraestructuras y servicios. Colaboró mucha gente para que todo esto saliese adelante, a pesar de que también hubo muchos colectivos que nunca se sintieron de acuerdo con nuestras tareas. Había un movimiento muy segregado que protestaba por todo de malas formas, utilizaba el sufrimiento de la gente para reivindicar lo que pasaba en Jinámar sin mucho interés en que se arreglasen las cosas. Yo venía del mundo sindical y tenía bastante experiencia, así que no permití que jugaran conmigo.

Una vez declaró a este medio que se sentía solo, que ningún Ayuntamiento (ni de Las Palmas de Gran Canaria, ni de Telde) colaboraba.

Es así. El Valle de Jinámar estaba y está bajo la gestión del Gobierno de Canarias, y en ese sentido se desentendían las administraciones locales. Desconozco cómo lo hacen ahora, porque desde que me fui no he vuelto a involucrarme en el tema y no sé cómo se lleva la Gerencia. Sé que ahora la están reformando, pero poco más. Es un edificio que estaba pensado para dar respuesta al conjunto de necesidades de los vecinos, y yo soy partidario de que allí debería de haber un distrito propio para evitar a la gente tener que trasladarse al casco de Telde y ver a que concejal le corresponde resolver sus problemas. Es verdad que el movimiento político que se movía entonces no es el mismo que ahora.

Ustedes venían de un régimen dictatorial.

Sí, y por eso teníamos la ilusión de cambiar todo. Yo ahora me doy cuenta de que las concesiones sociales y políticas que tengo no se corresponden con lo que hacen hoy los mandatarios, no veo voluntad por atender a la gente y muy poca comunicación entre partidos. Hay que hablar, y en esa época lo hacíamos y sacábamos muchas cosas adelante entre todos. Por otro lado, también hay mucho militante que se olvida de las reivindicaciones de su partido cuando llega al poder y eso es algo de lo que estoy totalmente en contra.

En este sentido, ¿cómo ve a las nuevas generaciones? ¿Siente que estén más involucradas en los cambios políticos?

Creo que lo que le falta a la gente joven es conocer la Historia. Los jóvenes no entienden lo que fue la dictadura, y por eso no entienden la democracia. Es importante aprender de todo esto, porque si conoces la Historia entonces sabes lo que debes hacer o por dónde debes tirar. También es verdad que creo que si hay falta de interés en estos temas es porque los de mi generación no saben cómo trasmitirlo. Hay algo que falla.

Dice que el Ayuntamiento de Telde no se involucró en Jinámar durante su gestión, pero sí reconocen su labor allí como uno de los propulsores del Valle.

Esto quiero aclararlo bien, porque fue Guillermo Reyes (del partido de Ciuca) quien propuso en un pleno que se tuviese en cuenta los méritos de una serie de personas, entre ellas Suso Santana y Reyitas Hernández, que fueron grandes reivindicadores en Jinámar, y también a mí. Esto no sé bien por qué ha estado dando tumbos durante casi un año y hace prácticamente nada que se ha arreglado. Yo me siento muy orgulloso de que el Ayuntamiento de Telde vaya a reconocer mi labor, pero no se explica que hayan tardado tanto y sobre todo que no se hayan puesto en contacto conmigo ni la alcaldesa ni el secretario general de Ayuntamiento. Voy a ir el día 7 de noviembre -mañana- sin tener ninguna constancia por papel del mérito que me dan. Me ha faltado la cercanía, no me había pasado con ninguna otra institución.

Si mira atrás tanto en su trayectoria profesional como en la política, ¿de qué se siente más orgulloso?

De mi faceta humana. He ayudado muchísimo a los necesitados. Les he ayudado a defender sus intereses y en el tema sanitario también. Cuando estaba en el Hospital del Pino ayudé a mucha gente de La Aldea, Artenara, Mogán y de otros sitios para que pudieran ver a su familia, ya que el horario de visita estaba muy acotado y las guaguas no tenían un muy buen horario. Por otro lado en Jinámar también me involucré mucho, sobre todo en cuanto a la alimentación de las familias. Yo siempre creí que si los vecinos del Valle tenían el estómago lleno se solucionarían las cosas, todo se serenaría más.

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