"En Ejido estamos muy asustados porque tenemos miedo de que se estén realizando prácticas de brujería en el barrio". El vecino, quien prefiere mantenerse en el anonimato, encontró el pasado sábado, 3 de noviembre, una caja de cartón con un gallo ensangrentado muerto y varias fotografías, al parecer de una persona en su interior. En una de las tapas, dos palabras -una de ellas chico, la otra es más difícil de descifrar y que podría leerse como Macurios- y lo que le resultó más aterrador, que la colocaran junto a la puerta de la iglesia.

Aunque el silencio sobre este hecho impera en Ejido -algunos residentes consultados declinaron hacer declaraciones o intentaron desmentir el hecho-, el hallazgo se ha convertido en motivo de preocupación y temor en este tranquilo barrio de Telde. "No abrí la caja porque me daba miedo, pero estaba por un lado abierto, se encontraba a cinco centímetros de la puerta de la iglesia y esto es un tema de brujería, como han dicho otros vecinos", apunta el residente que se encontró con esta sorpresa a primera hora del 3 de noviembre, por lo que se baraja que la caja con su contenido se puso en la noche del Día de los Difuntos o en la madrugada del sábado pasado.

No se recuerda este tipo de hallazgo de animales muertos en el barrio, como mucho, según este vecino, "alguno que se haya arrojado a algún contenedor de basura, pero esto nunca había pasado, que alguien deje al lado de una iglesia y en un lugar donde juegan los niños una caja de brujería, porque eso es lo que es este tema. No quise indagar más porque me da mucho miedo estas cosas".

Una situación que tiene desalada a la población de Ejido porque la opinión generalizada es que no es una ofrenda, sino una especie de ajuste de cuentas, "esto no es una broma, porque se ponía un nombre, las fotos de la persona, la sangre y un gallo grande muerto".

Y tal como apareció, desapareció, según explicó el vecino quien se encontró con la caja y su macabro contenido. "No se avisó a la policía y ya por la noche la caja ya no estaba, pero no se sabe quién la puso, aunque hay gente que han dicho que fue alguien que vino con un coche y la dejó alli, pero eso yo no lo puedo ni confirmar ni asegurar", indicó. De hecho, insistió en que "cuando la vi la caja y su contenido, me alejé de ella y no quise saber nada más del asunto porque estos temas me asustan y mientras menos me acerco a ellos, mejor".

Asimismo, la misma fuente argumentó que "tampoco está bien que maten a animales y los tiren por ahí o los metan en cajas que dejan en la calle. Además de maltrato animal, si se trata de alguna práctica de santería o de esas religiones, que lo dejen dos minutos y luego se lo lleven, pero no pueden dejarlos ahí, junto a una iglesia y en una plaza donde juegan niños".

No obstante, este vecino y otros residentes consultados, quienes también prefieren mantenerse en el anonimato, temen que este suceso se convierta en una costumbre en Ejido y que "a partir de ahora se dediquen a meter perros u otros animales muertos para asustar a la gente".

Una preocupación que "en un barrio tan tranquilo como este supondría acabar con la buena convivencia que hay aquí". De momento, intentan sacudirse la angustia de lo sucedido el pasado sábado y confían en que lo que creen ha sido una práctica de brujería solo se convierta en un recuerdo.