Unas 200 familias, entre contratos directos e indirectos, se quedarán sin trabajo durante al menos 15 días, periodo que se contempla desde el Ayuntamiento de Telde como el del traslado de sus puestos en el Mercado municipal a su destino provisional en la vecina área polivalente de Narea. El corte del suministro eléctrico realizado ayer a las 17.30 horas por operarios de la empresa Cobra, subcontrata de Endesa por orden de Industria, obliga al cierre de un recinto con cientos de usuarios al día y acaba con el hilo de esperanza de una amnistía hasta el cambio de sede.

El precario estado de su instalación eléctrica es calificada de alta peligrosidad por técnicos de la Consejería de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias, mientras que los responsables municipales de Mercado y Vías y Obras, Marta Hernández y Eloy Santana, apelaron a una nueva prórroga -ayer acabó la concedida por el departamento autonómico- para evitar que los vendedores se queden sin actividad y sin ingresos mientras esperan el traslado a las 32 casetas montadas en Narea.

Una situación que provocó escenas de llantos, lágrimas y desasosiego entre los propietarios y empleados de los más de 30 puestos del Mercado, quienes observaron con impotencia y desesperación cómo tendrán que cerrar. Además, les afectarán en sus nóminas este tiempo de inactividad, sin olvidar, una de sus otras preocupaciones, la pérdida de su mercancía, sobre todo en los puestos de carne y pescado. Rostros contenidos, cabezas gachas y dudas sobre su futuro marcaron el devenir de empresarios y empleados después de escuchar por los concejales Santana y Hernández que el corte del suministro eléctrico era inevitable, aunque ahondaron en que desde el Gobierno regional podrían haber sido más receptivos al problema planteado.

A primera hora de hoy, cuando la luz solar lo permita, intentarán salvar todo el género que puedan, una labor en la que el gobierno local, en palabra de Eloy Santana, colaborará para que el daño sea el menor posible. Aunque algunos empresarios fueron previsores y retiraron en los últimos días sus productos, la mayoría confiaba en que Industria concediera más tiempo y ahora deberán a contrarreloj, salvar su mercancía.

El edil de Vías y Obras criticó que Industria no paralizara la orden de corte, al tiempo que tachó de falta de solidaridad de los responsables del departamento autonómico hacia los puesteros de Telde. "Hemos hecho todo lo que hemos podido", alegó, "pero a escasos 15 días del traslado, el Gobierno decidió no concedernos esa prórroga para hacer un cambio". Admitió que la inspección realizada por Industria y Elecnor mostró que "el edificio está en precario".

Gonzalo Piernavieja, viceconsejero de Industria y Energía, argumentó que la orden del corte de electricidad no era reversible ante las graves deficiencias detectadas por los técnicos.

"El informe es demoledor sobre los problemas del recinto, que no son nuevos, pero a pesar de las obras solicitadas el fin de semana para ver si se podía buscar una solución, no queda más remedio que ejecutar el corte", alegó Piernavieja.

Lamentó la situación de los puesteros por el corte, pero recordó que este problema no es nuevo y que garantizar la seguridad de las personas es la prioridad.