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La finca de El Viso recupera la actividad con un proyecto de integración social

La asociación Adesco comienza un proyecto que da empleo y ayuda a reactivar los cultivos del terreno

La finca de El Viso recupera la actividad con un proyecto de integración social

Una vez las malas hierbas, la sequedad y el vacío dominan en una tierra, volver a levantar vida en ella se vuelve una tarea complicada. Pero no imposible. Pasa con las tierras fértiles y con las propias personas, y resulta que la asociación Adesco mezcla ambos casos para crear un precioso proyecto en la finca de El Viso, situada en Montaña Las Palmas y bajo el amparo del Ayuntamiento de Telde.

"Cuidamos del terreno y damos trabajo durante seis meses a personas con riesgo de exclusión social, que han permanecido mucho tiempo en el paro y necesitan empleo", asegura Antonio Quintana, técnico y monitor agrícola, miembro del colectivo que se ha encargado de impulsar la agricultura ecológica en este terreno de cuatro hectáreas. "Cuando empezamos, hace dos años y medio, aquí no había nada; llevaba muchísimo tiempo abandonado y ahora tiene el certificado de cultivo ecológico", sostiene Quintana orgulloso.

Producción de 5.000 kilos

La finca fue muy conocida en el pasado por sus producciones de viñedos (que ofrecían de forma anual sobre 5.000 kilos) y por los talleres y actividades que las instituciones organizan para fomentar el sector primario entre la sociedad del municipio teldense. Sin embargo, al pasar los años las instalaciones quedaron en desuso al pararse la organización de los cursos para la ciudadanía y los cultivos se dejaron de lado hasta quedar prácticamente abandonada y seca. "Aunque durante estos casi tres años -el Ayuntamiento de Telde les cedió los terrenos en julio del 2016- hemos estado haciendo cosas, todo ha sido de forma voluntaria y sin ningún tipo de financiación por parte de las instituciones públicas", explica el técnico.

"En diciembre de este pasado año comenzamos el primer proyecto subvencionado por el Cabildo Insular; con 51.000 euros, aproximadamente, hemos podido renovar el material y llevar a cabo un proceso teórico y práctico que permite formar a teldenses con riesgo de exclusión social y recuperar la actividad en la finca", relata Quintana, que además es el encargado de dar la formación a los seis alumnos que dan vida a este proyecto.

De lunes a viernes -dos días dedicados a la teoría y tres a la práctica- los miembros de la asociación y voluntarios imparten cursos de poda, de injerto y de iniciación a la agroecología, entre otros.

Una vez concluyan los seis meses de trabajo, estos alumnos salen al mercado con un certificado oficial que les suma en el currículum a la hora de buscar empleo. Por su parte, la alcaldesa, Carmen Hernández, destacó cuando se presentó este plan el compromiso adquirido por Adesco para insertar laboralmente al menos a dos de las personas contratadas durante tres meses, a media jornada, tras la finalización del mismo.

"Ha sido complicado ir recuperando el terreno de manera altruista y sin apenas presupuesto, aunque es verdad que en los pasados años sí hemos contando con patrocinadores; ahora también es una tarea sin ánimo de lucro, más que para ayudar a los alumnos a formarse para un futuro empleo, pero es un proyecto más ambicioso y aportamos los cultivos que realizamos a la Concejalía de Servicios Sociales para que ésta pueda derivar los productos al comedor social de Jinámar", asevera el monitor ilusionado.

Por otro lado, éste no ha sido el único objetivo de la asociación Adesco. Convertir los cultivos de la finca hacia lo ecológico fue lo que más costó. "No hemos continuado con los viñedos, pero plantamos papas, pimientos, lechugas, coles, rábanos... La batata es el cultivo estrella y es todo ecológico", enumera Antonio Quintana. La finca recibió en 2016 el certificado de cultivo ecológico.

Además, ahora buscan continuar con otro proyecto aún más ambicioso que tendría una duración de diez años. "Lo hemos solicitado a la Consejería de Economía del Cabildo, pretendemos seguir una línea agropecuaria y dar trabajo de forma permanente a personas con exclusión social en la finca; esperemos que nos lo concedan", señala el técnico.

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